Ya era la hora de ir hacia el conservatorio a apuntarse, su tío estaría a punto de llegar. Amaia se había echado la siesta nada más llegar a su casa después de comer, se sentía sin ánimos de hacer nada y Ángela lo sabía.
-Amaia cariño ¿podemos hablar? - la mayor de las dos hermanas se acercó hacia donde estaba la pequeña y acarició suavemente su pelo.
-Sí, ¿Qué pasa? - contestó Amaia incorporándose del sofá.
-Desde que hemos llegado a Barcelona te he visto distante y sin ganas de nada... no tendrá que ver con Mario ¿no?
Amaia suspiró y empezó a mirar a su hermana con cara de circunstancia
-No es por Mario, pero... no sé, me siento muy sola aquí, tú ya tienes a Martí y todos mis amigos de pamplona me ignoran.
-Ay enana, hace solo un día que estamos aquí y todavía no te ha dado tiempo a conocer a nadie, no te agobies, es normal que tengas miedo, pero de todas formas todavía nos tienes a mí y al tío y sea como sea no vas a estar nunca sola- dicho esto se abrazaron, Amaia agradecía muchos estos momentos, El sonido de un timbre las interrumpió.
Amaia bajó las escaleras del portal y fue con su tío hacia el conservatorio. Llegaron a un edificio muy grande de color gris en el que ponía "taller de musics" había mucha gente en la puerta con diferentes fundas de instrumentos charlando sobre su día a día. Amaia contemplaba mientras el edificio inmenso que tenía en frente.
Se podía respirar en el ambiente música, y por primera vez desde que llevaba en Barcelona se había sentido como en casa, porque para ella la música era eso, casa.
Se dirigieron a buen paso hacia a puerta del conservatorio. Cuando entraron les recibió con una gran sonrisa una mujer de unos 50 años que tenía unas gafas negras de pasta y un flequillo adornando su cabello rubio. Llevaba en la mano una carpeta de color negro y se acercaba a nosotros a un paso muy rápido.
-Hola Gabriel, que llevo un día... menos mal que llegas, Manu está enfermo y no puede dar clase a los de primero así que lo tendremos que dar todo el sábado y preparar el evento del lunes el domingo- dijo mirando a Gabriel ignorando por completo a Amaia que contemplaba la escena desde un segundo plano.
-Vale Noemí, tranquilízate ya veremos cómo hacemos lo del evento. Primero te quiero presentar a Amaia nuestra nueva alumna y mi sobrina- dijo cogiendo a Amaia del brazo para acercarla un poco más a la señora que le estaba mirando por encima de las gafas.
-Hola me llamo Amaia- dijo mirando a Noemí con una sonrisa tímida
-Hola guapa, ¿Te has inscrito ya? - dijo señalando la mesa que estaba detrás suya dónde se encontraba un chico mirando un ordenador.
-No que va, a eso íbamos-dijo Gabriel- Bueno hija, mejor ve tú es en el escritorio solo le tienes que decir las clases que quieres cursar y que eres mi sobrina.
-Vale ¿Dónde vas?
-Me voy a arreglar cosas del evento que tenemos el domingo con Noe, eres ya mayorcita para hacer esto sola ¿no? - dijo mientras se marchaba hacia el pasillo que daba a las aulas.
-Si... supongo- pero su tío ya no le podía contestar porque estaba muy inmerso en sus cosas de dirección.
"A ver Amaia es muy sencillo, vas al mostrador le dices que es lo que coño quieres y ya está. Tampoco es que te vayas a morir por eso" se dijo a sí misma mientras caminaba hacia el chaval. Y eso es una cosa que más odiaba Amaia de su personalidad, lo vergonzosa que era para las cosas simples. Es que a veces parecía tonta, que se atreviera a cantar y a tocar delante de mucha gente y no poder pedir a su compañero de al lado un bolígrafo por vergüenza...
Llegó al mostrador convencida en lo que iba a decirle. Carraspeó un poco ya que el el chico estaba muy concentrado en su ordenador y no la hacía caso.
-Perdo...- pero sus intentos fueron en vano. Un chico alto y moreno, vestido con una chupa de cuero le interrumpió.
-Oye Martí, ¿me puedes dar un horario? - dijo con una sonrisa socarrona.
-Oye, amigo- comenzó Amaia- Estaba yo antes, así que te esperas.
-Uy uy, pero bueno, ¿Qué tenemos aquí? ¿novata?
-Si bueno, todavía no soy nada porque no me has dejado inscribirme- dijo mirando al chaval con cara de pocos amigos.
-¿Amaia?- interrumpió Martí
Amaia le miró y empezó a sonreír, una cara conocida, por fin. Y es que era el mismo chico del aeropuerto y el mismo chico que había quedado con su hermana
-¿Martí? ¿Pero qué haces aquí?
-Trabajo aquí, oye y tu hermana ¿Dónde la has dejado?
-Se está preparando para vuestra cita- Amaia se tapó la boca, es que a veces decía las cosas sin pensar... a Martí le hizo gracia su reacción en fondo quería que fuera una cita y estaba bien escucharlo en voz alta- Digo... vuestra... ósea no...
-A ver como sales de esta novata- dijo susurrando el chico misterioso a lo que Amaia le contesto con una cara de asesinato total.
-No pasa res Amaia, se podría decir que es una cita, si- dijo sonriendo a la chica que ahora mismo estaba mucho más tranquila después de su declaración- Bueno ¿Qué haces tú por aquí?
-Oye, Martí me encantaría saber lo que quiere esta niñata, pero tengo prisa. Mamen me está esperando en clase...- dijo señalando la puerta de la que había salido hace unos 10 minutos.
-Sí, ¿Qué querías Alfred?
-Un horario, si us plau- dijo con una sonrisa. Martí se lo tendió y después de guiñarle el ojo a Amaia se fue diciendo- Ya nos veremos por aquí novata. - Amaia rodó los ojos ante ese comentario y volvió a mirar a Martí.
-Me ha dicho mi tío que te diga lo que quiero hacer y que soy su sobrina.
-Amaia, si no me dices quien es tu tío lo tenemos difícil...-dijo Martí sonriéndola
-Joder, es verdad, perdón. Mi tío es Gabriel, el director. Y quiero hacer piano y canto
-Vale necesito que me firmes aquí y rellenes esto con tus datos. Mañana te daremos el carnet para que puedas estudiar aquí.
-Jo muchas gracias Martí... y... pásatelo bien con mi hermana- dijo mientras terminaba de firmar el papel y le guiñaba el ojo.
Dicho esto, se fue hacia las escaleras que estaban en la entrada del conservatorio. En estos momentos ya no había nadie a su alrededor y pudo respirar tranquila.
Hasta que, de repente, alguien la asustó por detrás e hizo que esta se sobresaltara de una manera increíble.
-¡Joder!- gritó mientras miraba a ver quién le había dado el susto.
-Jope novata, si sé que te vas a poner así mejor no te asusto- dijo mientras se sentaba a su lado y encendía un cigarro.
-Eres idiota, ¿Lo sabías?
-No creo, todas me dicen que soy irresistible- dijo sonriendo.
-¿Sí? Pues te mienten- dicho esto Amaia se levantó y se fue hacia la puerta del conservatorio mientras le ponía un mensaje a su tío de que se iba a casa. Alfred la siguió en silencio.
-Oye, hemos empezado con mal pie novata- dijo mientras se situaba justo en frente. Amaia solo quería salir de ahí y le apartaba la mirada, que pesados son en Barcelona coño.
-Sí bueno... eh... me voy a ir mejor eh ¿Señor irresistible? - Amaia le rodeó y salió por la puerta.
-Bueno pues ya nos veremos mañana novata- dijo gritando Alfred.
Y dicho esto Amaia le sacó el dedo corazón mientras miraba el lado contrario donde estaba este y anduvo muy rápido hacia su casa.
ESTÁS LEYENDO
NOVATA | ALMAIA
FanfictionUniverso Alternativo. Amaia Romero se acaba de mudar a Barcelona con su hermana porque quiere acabar sus estudios musicales allí. Su tío, director del conservatorio más importante de la ciudad, le ayudará apuntándola a su conservatorio. Allí conocer...