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—Hijo llevo llamándote desde que llegué a la estación ¿Dónde tienes el móvil? — dijo Xus enfadada y poniendo los brazos en jarra. A pesar de su baja estatura, al catalán, le daba mucho miedo cuando se ponía en esa postura— A demás como tampoco me llamaste por lo del mensaje que te puse ayer por la noche...pensaba que estabas mal o algo ¿Cómo se te ocurre?

—Lo siento mamá... pero... ¿Cómo sabías que estaba aquí y no en casa? — dijo Alfred todavía en estado de shock por ver a su madre. Había leído el mensaje, pero no pensaba ni por asomo que su madre iba a venir esa misma mañana.

—Llamé a Aitana, ya que tu no me cogías el teléfono, y me dijo que estaría con una tal Amaia que era tu vecina. Me dio la dirección y no se equivocaba para nada.

Amaia al ver que Alfred tardaba tanto en abrir se dirigió hacia la puerta a ver qué pasaba.

—¿Alfred quien ha llamado?

Alfred se dio la vuelta sobresaltado al escuchar la voz de su chica a sus espaldas y sonrió, rascándose la nuca.

Xus contempló a la chica desde el rellano de la casa y sonrió. La verdad es que era una chica muy guapa y se la veía cara de muy buena niña.

—Ehhh...Amaia...esta es mi...

—Su madre cielo... ¿Cómo era tu nombre preciosa?— se acercó Xus apartando a su hijo de la puerta. Alfred tenía las mejillas muy coloradas, Amaia sonrió a la mujer que se estaba acercando a ella, era idéntica a su hijo. La abrazó y miró a Alfred que miraba la escena enternecido, pero a la vez con vergüenza. —Soy Xus, encantada— dijo sonriéndola

—Soy Amaia, su novia— dijo la chica a lo que Alfred respondió con una sonrisa aún más grande. "que bien suena"— tenía muchas ganas de conocerte.

—Ósea que mi pequeño tiene una chica y no me dice nada... que fuerte me parece eh...—miró a su hijo con el ceño fruncido

—Ehh...yo— balbuceó el catalán mirando al suelo mientras se seguía rascando la nuca. Amaia se rió ante el comentario de su suegra y la respuesta del catalán.

—Es que ya nunca nos llama. ¿Tú te puedes creer eso? Ni a su propia madre de verdad.

De repente otra persona apareció en el salón acompañado de un fuerte grito hacia su hija. —¡Amaia ¿Dónde te has metido?!— Amaia se giró tragando saliva.

—Hola mamá, tenemos visita, esta es...

—¿Xus? — dijo Javiera mirando estupefacta a la mujer que acompañaba a su hija. Una sonrisa muy amplia comenzó a aparecer en el rostro de la morena y se iba acercando cada vez más a la mujer catalana.

—¿Javiera? — respondió Xus. No se podía creer lo que estaba viendo, se acercó rápido a ella y se fundieron en un cálido abrazo, seguido de varios besos en ambas mejillas. Amaia y Alfred se miraron sin comprender demasiado, Alfred levantó los hombros y Amaia se acercó a él para ver mejor la escena. Alfred rodeó la cintura de la chica confuso, pero sonriendo mientras contemplaban a sus madres.

—Pero bueno ¿Qué haces aquí? — dijo la mujer de pamplona acariciando el pelo de Xus ya canoso.

—He venido a ver a mi hijo que resulta que estaba aquí en casa de la vecina... ¿qué haces tú aquí?

—Yo soy la madre de la vecina de tu hijo...

—No me digas que tu Amaia, es esta chica...—dijo enfatizando la palabra "tu"

Se giraron mirando a la pareja que estaban totalmente confusos. Las dos señoras se sonrieron mutuamente y comenzaron a carcajear.

—El hecho está en que cuando le he visto esta mañana he pensado... se parece un montón a alguien, pero no sé a quién... ¡Dios mío sois clavados!

NOVATA | ALMAIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora