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Los colores de Alfred subieron por sus mejillas al escuchar aquel nombre que tanto aborrecía

—¿Qué ha hecho ese imbécil ahora?

Aitana negó y volvió a llorar. Amaia se quedó en shock, no dijo nada. Cogió a su amiga y la acompañó hasta el sofá con una cara que Alfred no sabía muy bien cómo interpretar. Alfred fue detrás de las dos chicas esperando que, Aitana se calmara y que, dentro de poco se revelara el misterio.

Amaia le hacía caricias en la espalda de su amiga y no paraba de mirar al frente pensando en que, todo debería de haber sido una equivocación, Mario no era así, no la había hecho daño. Aitana se calmó un poco y Amaia tragó saliva.

Con voz temblorosa y sin dejar de mirar al frente le preguntó— ¿Te....te... ha hecho daño Aitana?— todos su miedos se situaron en ella. Si era verdad que le había hecho daño le costaría mucho creerlo, era su amigo de la infancia, su mejor amigo, le conocía de toda la vida, y él, por muy imbécil que llegara a ser nunca haría daño a nadie ¿No?

Amaia miró as u preocupada amiga y negó. —No, no...oh por dios...Ma..Ma...rio está en el hospital.

Amaia abrió mucho los ojos y se quedó en el sofá, fría. Alfred al ver que nadie reaccionaba. Se dio una palmada en la frente y le preguntó a su amiga intento calmar la voz.

—¿Qué ha pasado Aiti? — Alfred se sentó en la butaca que había al lado del sofá y miró a su novia, estaba muy pálida.

Aitana cogió aire y comenzó a contar la historia. —Bueno, estaba en la discoteca donde trabaja Luis y estaba en la barra hablando con él. Tenía turno de camarero y me había escrito para que le hiciera compañía en el trabajo. _—se sorbió la nariz y continuó— total eran como las 11.30 y estábamos charlando cuando a mi lado, se sentó Mario. Tenía muchas ojeras y la cara totalmente roja de haber estado llorando durante horas.

<<Ey, un gintonic dijo Mario, por su voz se podría decir que había estado bebiendo antes y estaba bajo los fuertes efectos del alcohol. Miré a Luis y me miró con cara de "Yo me encargo" a todo esto, yo aún no estaba muy segura de que era Mario. Bueno, entonces Luis amablemente le dijo que si estaba seguro que si no creía que había bebido suficiente. Entonces fue cuando Mario miró a mi dirección y me di cuenta de que era él, entonces me acerqué a Luis y le dije que le conocía que iba a hablar con él fuera, cuando saludé a Mario y le aclaré que era yo, se acercó a mí, pero justo cuando se acercó, se tropezó con la silla que tenía delante y se chocó con un tipo que estaba ahí. Total, que le tiró la copa.

Mario, le pidió perdón y comenzó a limpiarle la camisa y el chico se puso muy nervioso y le dio un puñetazo. Mario se cayó al suelo del local y se levantó, se fue a por el chico pero este le volvió a dar aún más fuerte, total, que se volvió a levantar y empujó al chico que le había tirado. Entonces el chaval sacó una navaja del bolsillo y le apuñaló. Yo de esto no me di cuenta hasta que el chico salió corriendo del local y el costado de Mario comenzó a salir una gran mancha. El compañero de Luis llamó a la ambulancia y me dijeron al hospital a que iban a trasladarle...

Cuando terminó un silencio sepulcral inundó la estancia. Hasta que Aitana volvió a intervenir —He venido todo lo rápido que he podido, supongo que querías saberlo Amaia... ¿Amaia?

Amaia se levantó del sofá y se dirigió a la habitación de Alfred, lo más rápido que pudo y sin decir nada. Cogió su ropa y su abrigo, se vistió rápidamente. Una lágrima rebelde recorrió su rostro, la limpió tan rápido como pudo. El sentimiento de culpa crecía en ella, si le hubiera dejado quedarse, seguro que él ahora no estaría así. Se puso el abrigo y unos brazos la rodearon, sabía que era Alfred.

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⏰ Última actualización: Feb 10, 2019 ⏰

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