No paro de dar vueltas sobre la cama, las ganas de asomarme de nuevo a esa ventana y ver lo que está pasando en la piscina me comen por dentro, pero simplemente me niego a hacerlo, en parte por miedo a lo que pueda descubrir y en parte porque me niego a volver a desconfiar tanto de ella como para tener que vigilarla, se supone que me quiere, acabamos de casarnos. Un par de minutos después la puerta de la habitación se abre con sumo cuidado y ella no enciende la luz, así que lo hago yo. Cuando la habitación se ilumina puedo verla perfectamente, lleva un pantalón gris de chandal que seguramente era mío y una camiseta blanca. Todo su ropa está pegada a su cuerpo y empapando el suelo de la habitación, la camiseta deja ver que debajo lleva el modelito que se había puesto cuando estaba conmigo y su pelo cae descontrolado por su cara goteando sin parar.
- ¿Te has metido en la piscina?- Ella asiente con la cabeza sin mirarme.- ¿Vestida?- Vuelve a hacer lo mismo que hace unos segundos.- ¿Sola?- Ella no contesta, simplemente sigue su camino hasta el cuarto de baño, yo me pongo en pie de un salto "allá vamos, nueva discusión en curso" es lo primero que pienso, me apoyo en el marco de la puerta del baño mientras ella enreda su pelo en una toalla.- No me has contestado.
- No, claro que no me he metido sola.- Su voz tiembla demasiado para ser simplemente causa del frío. Me acerco a ella y hago que se gire hasta que me mira a lo ojos.
- ¿Estás llorando?
- Psst, no.- Ella intenta sonreír pero un par de lágrimas siguen en sus mejillas, las limpio con mis dedos y ella cierra los ojos mientras lo hago.
- ¿Qué es lo que pasa? Es nuestra noche de bodas y ni siquiera estabas en la habitación conmigo y ahora llegas y lo haces llorando, ¿qué es lo que va mal?
- ¿Puedo cambiarme antes?- Yo asiento y salgo del baño para dejar que se tranquilice un poco. Me siento en el borde de la cama temiéndome lo peor. Por suerte ella no tarda mucho en salir, cuando lo hace lleva la toalla alrededor de su cuerpo.
- ¿No te ibas a cambiar?
- No tenía ropa en el baño.- Ella camina y se sienta a mi lado, pero no lo suficientemente cerca como para tocarme.
- ¿Estás bien así? ¿No tienes frío?- Ella niega con la cabeza.- Bien, ¿qué pasa?
- Sé que no te tienes que ir a Europa, que lo haces para alejarte de todo esto.- Yo la miro mientras ella observa sus pies sobre el suelo de madera.
- Yo... Lo siento es que...
- No, te entiendo, es solo que... Sabía que me mentías y aún así no me importó, estoy tan acostumbrada a que nos mintamos que ni siquiera le doy importancia.
- Nunca te mentí, por lo menos no en cosas importantes.
- Calum... Ambos sabemos que no es así.
- Si que lo es.
- Las chicas.- Yo me pongo de pie y paso la mano por mi cabeza.
- ¿Otra vez con eso?- Me agacho frente a ella, sujetándole la cabeza entre mis manos obligándola a que me mire.- Escúchame bien porque es la última vez que pienso hablar de esto. NUNCA, en estos siete años te he engañado con nadie, con absolutamente nadie, nunca he besado a otra chica que no fueras tú, nunca he deseado que otra chica gimiera por mi, nunca he pretendido llevarme a otra chica a mi cama. NUNCA TE HE SIDO INFIEL Y ME PARECE JODIDAMENTE ABSURDO QUE TODAVÍA PIENSES QUE SI.- Noto lo mucho que he elevado mi voz.- Perdón. Si te hubiera sido infiel no tendría los cojones de casarme contigo, ni siquiera de mirarte a la cara.- Ella aparta la mirada y empieza a llorar de nuevo, suelto su cara y la rodeo con mis brazos, pegando su cabeza a mi pecho.- Te amo, nunca te destrozaría de esa forma.
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Cara o cruz 3 (Luke Hemmings y Calum Hood)
Fanfiction¿Estás preparada para descubrir lo que hay detrás de lo que no se ha contado y lo que todavía está por pasar? Pues sigue leyendo.