Cara o cruz 3 (Luke Hemmings y Calum Hood)

Cena.

Ninguno dice nada tras la frase de Luke, escucharle de nuevo decir que me quiere es demasiado extraño, estos últimos años se comportó como si no le importase, aunque tal vez fuera su forma de evitar que to me sintiera mal o por él, o tal vez fue la forma más sencilla de evitar que Calum se diera cuenta. Sus dedos pasean sobre mi tripa mientras yo sigo acabando de hacer las tortitas, ha hecho demasiada masa solo para los dos.

- Ya está, podemos sentarnos a comer.

- ¿Pero y los huevos? No pensarás comer solo tortitas...

- En realidad tenía pensado comer solo una, no me encuentro muy bien Luke.- Él se separa de mi y de repente siento frío en la espalda al no tener el contacto de su pecho.

- Pero eso es porque no comes. 

- Poco a poco, por favor. Dejamos los huevos para mañana.- Luke se pone a mi lado apoyando el codo sobre la encimera.

- ¿Mañana? ¿Tienes pensado que mañana vuelva? ¿O no quieres ni que me vaya? 

- Vamos a comer.- Bajo la mirada y llevo el plato a la mesa mientras noto como el calor se va acumulando en mis mejillas. Me siento en una de las sillas y él se sienta en frente. Echo una tortita en mi plato y el resto las dejo en el medio de la mesa, Luke alarga su brazo y me toca delicadamente la barbilla para que levante la cabeza y lo mire.

- No has contestado a ninguna de mis preguntas y estás adorable tan colorada.

- No... No lo sé, has dicho que me ibas a cuidar así que... Lo di por hecho pero tienes razón es una tontería, no sé que se me estaba pasando por la cabeza, si yo misma te dije que...- Las palabras salen por mi boca sin control y con demasiada rapidez así que él pone su dedo índice sobre mis labios para que me calle.

- Tenía pensado venir, de hecho pensaba empezar a llevar algunas de tus cosas a mi casa.

- Luke...

- Es broma, pero lo de que iba a venir no, de hecho lo haré.- Ambos sonreimos y empezamos a comer en silencio simplemente intercambiando pequeñas miradas de vez en cuando. Al acabar Luke insiste en que yo me vaya al salón hasta que él acabe de limpiar las cosas de la cocina, me da miedo que lo deje peor de lo que estaba pero decido confiar en él. Me siento en el sofá grande que hay frente a la tele y la enciendo poniendo el volumen bajo, no sé que está haciendo Emma pero a lo mejor está cansada y quiere dormirse pronto. Varios minutos después Luke aparece en el salón con esa gran sonrisa, como siempre, se sienta a mi lado e inmediatamente mira mi barriga.- ¿Ya has empezado a notar patadas? 

- La verdad es que no y se supone que ya debería empezar a hacerlo, es algo que me preocupa aunque el ginecólogo ha dicho que no pasa nada.

- Seguramente empezará pronto. Por cierto, creo que tenemos un tema pendiente.

- ¿Sobre qué?- Luke mira de nuevo mi vientre.

- ¿Puedo?- Yo asiento y él levanta con cuidado mi camiseta dejando la barriga al descubierto, en ese instante su sonrisa se hace todavía más grande.- Es como si desde esta mañana ya creciera. 

- Te aseguro que no lo ha hecho.- Pone una de sus manos en sobre mi barriga y noto el frío tacto de su piel, la piel se me eriza pero estoy segura de que no es solo por el frío.

- Bueno, de lo que quería hablar era de las cosas que te dije esta mañana, todo lo que apunta a que es mío.- Yo trago saliva y me tenso, pero él sigue acariciando mi vientre completamente tranquilo.- Solo necesito saber lo que piensas tú de corazón, si de verdad sigues tan segura de que es de Calum o no.- Yo niego con la cabeza e inmediatamente ambos miramos hacia mi barriga él quita la mano medio asustado pero después vuelve a mirarme sonriente.- Lo sabía.