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Exactamente tres días habían transcurrido, tres días en donde BaekHyun dormía en el suelo (y unas cuantas mantas) junto a JongDae, tres días donde en cada noche el pequeño se sentía devastado obviamente perdiendo su buena alimentación, sin embargo en el tercer día, MinSeok saldría del hospital.
Su hijo ansioso le esperaba en la sala de espera mientras el pelinegro realizaba los últimos trámites.

-bebé.-susurro el rubio cubriendo los ojos de su amado hijo quien sonrío con tan solo escucharlo

-¡papi!.-gritó abrazándolo fuertemente.

El padre de este contento repartió varios besos sobre el rostro de su hijo provocándole que sacara varias risitas, sin darse cuenta de que JongDae veía la situación contento.
MinSeok, al dejar de mimar a su pequeño, miro a aquel pelinegro que tanto les veía, acercándose a él y unirse los tres en un cálido abrazo.

-me alegra de que estés bien.

-a mí me alegra verte.

-¡y yo ya estoy más feliz!.-entusiasmado dijo esas palabras en menor.

El trío se dirigió a los departamento, pues querían celebrar la bienvenida de MinSeok yendo a comer a su clásico restaurante familiar pero antes de eso tenían que ducharse y ponerse presentables debido a los caprichos de MinSeok diciendo que olía a suero, medicinas y eso no le gustaba, a pesar de que su hijo en esos tres días no había tomado ninguna ducha y eso al menor le encantaba pero a su padre no, debido a que suele ser una persona limpia y que le aborrece la suciedad junto los malos olores.

- bien JongDae, Luhan ya no está, puedes entrar y darte una ducha.

Este se negaba mil veces pero de alguna forma gracias a los encantos de el rubio lo lograron convencer para que se duchara.

-yo iré al final.-cruzando sus brazos se encontraba el menor, pues seguía aferrándose de no ducharse.

-no, te ducharas tú conmigo.

Dicho aquello el menor cambio totalmente su expresión a una contenta ya que ahora que se había separado tanto tiempo de su padre, quería pasar cada segundo a su lado.

Ambos fueron por sus atuendos, JongDae ya encontraba en la ducha, le habían prestado ropa que anteriormente era de Luhan, pues debido a las tallas similares no tendrían ningún problema, a pesar de que este ya no estaba con ellos podría usarlo y nadie más se quejaría.

-ya tengo mi ropa lista.

Entró el pequeño a la habitación de su padre, junto a un hermoso conjunto conformado por unos pantalones cortos, le llegaban a sus rodillas exactamente y una playera de su serie favorita estampado en ella.
Sin duda el pequeño a su corta edad ya sabia con binar su ropa perfectamente.
MinSeok por querer ser una persona perfecta y bien vestido siempre, aún demoraba buscando un atuendo perfecto, eligiendo unos simples jeans azules y una camiseta blanca sin ningún diseño, viéndose fresco y cómodo.

El sonido del timbre captó la atención de los dueños del hogar, ambos dirigiéndose a la puerta de entrada, el mayor abrió la puerta encontrándose a una linda chica muy similar a él, Esta le sonreía contenta mientras le abrazaba muy preocupada.

-ByulYi ¿qué haces aquí?

-me enteré de lo que sucedió y decidí venir a verte.

Esa voz, la voz que a él menor le fascinaba estaba en su casa, corrió directamente a donde ellos dos se encontraban y sonrío grandemente al ver a una pelirroja.

-¡tía ByulYi!.

-Baekie.-sonrío tomando a su sobrino en brazos.-¡wow! Mírate estas súper grande y muy guapo.

Adoptando un vagabundo (chenmin) MpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora