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El océano y la brisa estaba presente.
Un ligero frío estaba allí  para aquella playa, sin embargo era lo mínimo ya que uno podía andar con cualquier camisa.

BaekHyun y Vivi corrían en las orillas del mar, uno persiguiendo al otro.
Mientras SeHun prepara un delicioso candy bar con decorativos de mascotas y en especial de su amado perro.
MinSeok sin duda creía que su amigo estaba loco, sin embargo no era el único pues más gente se presentó en aquella fiesta canina.

Otras personas llevaban más mascotas, e incluso se podría decir que había más animales que infantes.

-¡papi! ¡Papi! Quiero hablar con appa.

-tienes razón aún no le aviso de que estamos aquí.

Dicho esto, sacó su teléfono celular tecleando los  números de su novio, sin embargo, no recibió ninguna respuesta logrando que el rubio se preocupara demasiado pensando en las más terribles cosas del mundo...¿su novio lo estaba engañando?.

No tardó mucho en recibir una fotografía de un número desconocido del mismísimo Kim JongDae en un prostíbulo. Provocando que el rubio se le salieran ciertas lágrimas de furia y tristeza, pues bien se sentía terriblemente decepcionado por creer en una persona así.

-tu appa es un maldito traicionero mentiroso.

-¿todo bien?.

-SeHun...él es un idiota.

-¿quién luhan? Lo sé, fue un gran idiota por no preferirme a mí e irse contigo.

-hablo de Jong. Pero. ¿Qué con lo que dijiste? ¿Te atraía él?.

-mucho, pero siempre estaba contigo así que me di por vencido y jamás te lo conté.

-bueno...si te hubieras quedado con ese tipo, tendrían un hijo y luego él te dejaría.

-que bueno que te prefirió a ti. No puedo cambiar un hijo por mi Bibi.

Cambiando de platica comenzaron a hablar de las aventuras que el dueño del can tenía con su animal favorito contando  cada cosa.

La fiesta continuó y terminaba cerca del atardecer. La mayoría de gente ya se había retirado, sin embargo, aún quedaba el patrocinador y MinSeok con su hijo quien estaba agotado por comer tanta azúcar en los dulces y por correr sin cesar por todas direcciones.

-Seok...me iré al hotel, nos vemos allá. ¿Baekie vienes con tío Hun? Te ves agotado.

-cárgame.-ordenó levantando sus bracitos el pobre infante.

El pelinegro sonrío viéndolo para así mismo llevárselo en su espalda como el pequeño niño había querido  para así dirigirse juntos a la habitación del hotel que habían pedido con dos camas.

MinSeok solo quiso aguardar unos minutos en el mar, sintiendo la brisa mover sus cabellos alborotados y sobar de su estómago mientras caminaba por el agua. Sin duda era un ambiente fresco y demasiado bueno.

Detuvo sus pasos al sentir que alguien lo seguía mirando de reojo con un gran temor sin querer mirar. Su miedo aumento en cuanto sintió unas manos en su boca y escuchar un ligero ''shh'' para que guardara silencio y no dijera nada.
Una bufanda le cubrió sus ojos no dejando ver su hermosa vista que tenía del cielo yéndose por el mar.

Cuando tenía la bufanda en sus ojos sintió como era cargado para así ser llevado a un auto. Reconoció ese aroma pero aun así quiso estar alerta y previniendo de cualquier situación.
Justamente ahora que se sentía secuestrado recordó que había dejado su gas pimienta en casa.

Escucho cuando el motor del auto se encendió y así mismo comenzó a conducir.
MinSeok quiso mantener el silencio y la calma ya que sabía perfectamente que gritar no le serviría de nadar incluso podría ser una llave para matarlo fácilmente y más rápido.
Lloraba y gritaba por dentro. Mostrándose por fuerza un ser valiente y poderoso.

Adoptando un vagabundo (chenmin) MpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora