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-¡felicidades JongDae hyung!

-estoy tan orgullosa de ti hijo, un logro más en tu vida, ahora solo falta los hijos, quiero muchos nietos para mimar y tejerles suéteres.

-gracias madre, y a ti pequeña rata.-sonrío frotando los cabellos de su hermano menor quien nunca soltaba sus aparatos electrónicos para jugar videojuegos a cualquier hora.

-mi primer hijo, graduándose de ingeniería en sonido y visual, estoy tan contento por ti, ganaras mucho dinero gracias a tu esfuerzo y dedicación al estudio.

-no lo hubiera logrado sin ustedes y sin su apoyo.

Sonrío uniéndose aquellos cuarto en un abrazo familiar.

-deberíamos festejar.

-tu hermano tiene toda la razón, vamos a festejar tu graduación yendo a tu restaurante favorito ¿qué dices hijo?.

El festejado asintió, pero el único lugar a la cual la familia llego fue al hospital, pues en la noche solamente se escuchó el ruido de un vehículo frenar rápidamente y de un gran golpe por el impacto ocurrido.

El chico moreno despertó de haber tenido aquel sueño, pero él sabía perfectamente que no eran simples sueños, sino, eran recuerdos que vagaban por su mente, su memoria poco a poco recordaba uniendo las piezas de rompecabezas para lograr sabe quién era realmente, su verdadera identidad.

-mi...fa...familia.

Artículo temblando en su lugar, mirando por toda la habitación donde se encontraba buscando alguna respuesta, sin embargo hizo una mueca pensando que era el fin de su pasado. Miro el reloj que se ubicaba a la pared viendo que eran las cuatro de la mañana, trago de volverse a dormir pero le fue imposible, por lo que simplemente salió del departamento con aquella guitarra en mano recostándose en su antiguo sillón ubicado en su camellón y comenzar a tocar melodías refrescando su mente.

Detuvo sus dedos al ver lo hermoso que era el amanecer , poniéndose de mi pie e iniciar un recorrido por la ciudad, volviendo a los semáforos de los cuales anteriormente iba. Quedándose en la luz roja de aquellos semáforos cantando viejas melodías para ganar dinero, y mágicamente recibía más que otras veces.

Tal vez hoy es mi día de suerte.
Pensó el sujeto, cambiando su destino a una venida más traficada, era temprano por lo cual muchos irían a sus empleos y las calles se llenaban de a montón, aprovecharía la oportunidad de ganar dinero en aquella forma.

Termino su canción y con su mano extendida buscaba pedir dinero.

-creí que no te volvería a ver.

-Luhan, y..yo.

-¿cómo está mi hijo?

-bien y MinSeok igual, creo que ahora son más felices.

-eso no lo dudo, me dirijo al aeropuerto tengo prisa así que si no quieres que te arrojen vete de la calle.

Tenía razón, el semáforo había cambiado a su color verde por lo que corrió velozmente a una banqueta para evitar un accidente horrible.

Tal vez no es mi mejor día después de todo.

Pues ver a Luhan y lo engreído que era provocaron que sus ganas de cantar en público disminuyeran, decidiéndose ir a pasear, aquello siempre le ayudaba a despejar su mente y relajarse.

Su estómago rugió pero no le quiso tomar importancia debido a que aquel dinero que había ganado, lo guardaría para dárselo a MinSeok como renta de aquella habitación y de darle un techo donde no pasará el frío.

Adoptando un vagabundo (chenmin) MpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora