《55》

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Un suspiro salio de la boca del joven cazador albino. Habían vuelto al mundo humano. Desde hace 1 semana era la mano derecha del odioso chupasangre.

Estaba arriba del techo de la mansión kuran

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Estaba arriba del techo de la mansión kuran. Si bien quería pasar tiempo solo no se alejaría de haruna, que es su mayor prioridad.

Kaname estaba en el makai resolviendo algunas cosas mientras que haruna estaba descansando siendo cuidada por rido. Ya que hace algunas horas había caído en cama gracias a que su pequeña estaba absorbiendo más energía de lo normal.

Haruna no se esperaba eso pero la habían tranquilizado diciendo que eso era normal en vampiresas embarazas. No importaba si era el ángel más fuerte de todos en algún momento sufriría de debilidad.

-me quiero levantar! -rió por lo bajo al escuchar los gritos de la reina queriendo salir de la cama.

Estaba teniendo uno de sus tantos cambios de humor.

-cazador -miro serio al kuran bicolor que apareció a unos metros de él -ven conmigo -sin más que decir bajo del techo ante la vista del menor.

Éste chasqueo la lengua y frunció el ceño desconfiado empezando a seguirlo.

Algo le estaba dando mala espina.

Sentía que le guerra estaba a escasos segundos de comenzar.

~Hace minutos~

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~Hace minutos~.

-vamos haruna sama tiene que comer -rogaban Miyu y leiya tratando de que su ama comiera la sopa de verduras.

-hn...rido ya déjame salir de aquí! -rogó mirando a su esposo que la estaba mirando desde el sillón.

Él suspiro y se acercó a ella haciendo que las mujeres hagan una reverencia y se fueran.

-debes de cuidarte, por nuestro hijo, sé que no te gusta estar aquí sin hacer nada pero debes de hacerlo por tu bien -trato de hacerla entender a esa reina llena de terquedad.

Ella lo miro fijamente y luego suspiro.

-bien bien, descansaré -se recostó suspirando y él sonrio acariciando su vientre.

Ojos plateados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora