13. Lo que se esconde

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Ese tacto, fue suficiente para hacerme sentir magia. El poder de amar. Pero, no sé puede enamorar en una semana. No sabía cómo explicarlo, era como sentir el perfume de flores en abril, el sabor del chocolate y esa canción favorita que nunca te cansas de oír. Charlie era mi chico raro. Estábamos en silencio, no sabía qué hacer. Su mano apretó con suavidad la mía, sonreí y me anime a romper el hielo.

-¿Hace cuantos haces arquería?-le pregunte curiosa. Charlie desvió su mano para tomar una flecha.

-Madera de roble negro, cincuenta centímetros, flexible y centro de pelo de unicornio..- me explico la estructura de esa flecha de caza.- Su punta es de plata. Mata licántropos.

-Veo que llevas mucho tiempo dominando este arte.-le dije con un risa divertida.

-Desde los quince años.- asintió Charlie, me enseño su arco. Examine su cuerpo en curva, era de metal mágico, asique podía moldearse ante el tacto de los tiros. Sus extremos eran fuertes, y transmitían energía. Sentí una descarga, solté un grito.

-¡Auch! Eso dolió.

-Lo siento. Es mágico, y planee todo lo que ves en él.- me dijo, tomo mi mano y miró un pequeño corte.- Lo siento mucho. No pensé que reaccionará así. Fuiste muy sincera conmigo, Ernestine.

Estuve a punto de comentar algo, cuando Steven y Francis se reunieron con nosotros. Ahora, no sabría que pensaba de mí, y si me exprese bien. Lo que si importaba, fue que Charlie me escucho con cuidado. Esto no quería decir que pudiera hablar algo más. Yo sentía atracción desde la primera vez. Me gustaba descubrirlo de a poco.

-¿Qué edad tienes, Ernestine?-me pregunto Steven parado al lado de Charlie.

-Tengo diecisiete, pero cumpliré en noviembre.

-¿Y, tu casa? Oh...No vi tu escudo. Slytherin, ajá.

Nos reímos de su despiste. En estos momentos, todo era más cálido y sereno. Era una sensación que extrañaba sentir. A parte, de mis amigas. Lo demás se volvía un calvario. Era oscuro, remordimientos y puras reglas para seguir cada vez, me daban más ganas de irme del país, de mi casa, de mi padre. Charlie se puso a charlar con Santiago, en cuanto se acercó a la fogata. Steven se sentó en su lugar, tenía el cabello castaño, unos ojos expresivos y verdes. Su estatura era promedio, imagine que era el más joven.

-Ernestine.-dijo él.- ¿Qué intenciones tienes con Charlie?

-Ah, quiero que sea mi amigo...-le conteste sonrojada.

-Espero que no pase nada más que eso.-me advirtió con sus ojos brillando sobre la luz del fuego.- Charlie tiene otros interés amorosos, él es gay.

-¿Qué...?

Steven se rió ante mi sorpresa, mis ojos se fijaron en Charlie que movía sus manos mientras hablaba con el encargado del campamento. Soy buena descubriendo la sexualidad de las personas como Theodore Nott, y el director Dumbledore.

-Será mejor que te vayas.-dijo Steven con una sonrisa fría.- Los centauros pueden cazarte.

Apreté los puños conteniéndome de volarle la cabeza con un crucio. Lo que más me molesta de la gente, es cuando se creen poderosos. No puedo evitar responder, golpear o vengarme. Es el orgullo Malfoy, inevitablemente. Steven se levantó, se puso delante de mí, y se agacho para mirarme, intentando intimidarme. El chico era fuerte, tenía el cuerpo trabajado en pesas y anabólicos, era como un closet con ojos bonitos.

-Ernestine, aléjate de él.- volvió a advertirme.

-Eso será imposible, Steven.- le dije apartándolo de mí.- Esto depende de Charlie, y confió que él no aceptará perderme.

-Todo puede pasar, Slytherin. Pero, estás metiendo las manos en el fuego.

-Me arriesgo a quemarme. Mi vida es una porquería.

Charlie termino de hablar con Santiago. Nosotros lo miramos con aquel rostro humilde y curioso. Se acercó rodeando a un pequeño grupo de campistas. Me sonrió con sus perfectos dientes, también le devolví la sonrisa. Steven me murmuró un insulto antes que Charlie regresara.

-¿Qué paso?-me pregunto él, su mano acaricio mi mejilla. Me ruborice.- Tienes una cara de perros.

-Estoy bien. No estoy durmiendo como corresponde.-le mentí. No quería hacerlo, odio las mentiras.

-Puedes tomar un jugo de una flor. Es Carmine. Ayuda a combatir el estrés y la falta de sueño.

-Lo haré.

Santiago apareció por la izquierda de Charlie, me observó con esa singular mirada severa. Luego, desvió sus ojos a Weasley.

-Te dije que la llevarás, ¿por qué estás aquí todavía?-le reprendió.

-Lo siento, señor Harrison.-dijo Charlie, podía asegurar que se avergonzó.

Pensé, lo que dijo Steven sobre la sexualidad de él, ¿era posible amar a un homosexual?¿Steven estaba jugando conmigo? Tenía que averiguarlo, pronto.

Enciende el fuego en mi 1#EnLlamas /Charlie WeasleyxocDonde viven las historias. Descúbrelo ahora