Enciende el fuego en mi 1#EnLlamas /Charlie Weasleyxoc

37. Corazón de dragón

En cuestión de minutos, el estadio se lleno de gritos de gran ímpetu y los aplausos estallaban en el cielo gris, Cedric Diggory había salido al campo enfrentándose al dragón hocicorto sueco escondiéndose a su alrededor un gran huevo de oro, cual el chico de Hufflupuf debía recuperar y no ser pulverizado por la criatura. Charlie convenció a su jefe de subir a presenciar la prueba de los competidores. Estábamos sentados en la tribuna de los profesores, demás invitados alzaban sus cabezas para asegurarse que una estudiante estaba entre ellos. Le sonreí a Snape, meneo su cabeza siendo que me daría una buena charla, y no me salvaba por estar acompañada de un magizoologo especializado en dragones.

Las voces de los relatadores salían de sus varitas mágicas en modo de acústica para definir las acciones de Cedric, buscando la manera de distraer al hocicorto sueco rugiendo, dando zarpazos al suelo sin querer lastimar al chico. Estaba poniéndome nerviosa, sujeté la mano de Charlie apretando con fuerza y él me sonrió, besando mi mejilla.

-Va a salir bien.-me calmo, riendo por lo bajo.- Está tratando de adivinar el carácter del dragón, eso es bueno.

-¿Bueno?-repetí confundida.- ¡Va a aplastarlo! ¿Y, quién demonios va a consolar a Cho?

Charlie volvió a reírse. Su mano era cálida, fortaleciendo el frío que corría en el campo abierto, y sentí mis mejillas sonrojarse con el calor que desprendía de él. Continuamos mirando el campus, Cedric se escondió detrás de una gran roca gris, húmeda de la presente lluvia. Y, ese momento, otra se convirtió en un perro labrador comenzando a gruñir, ladrar y correr alrededor del hocicorto sueco. Justamente, lo que el chico buscaba hace unos segundos. Tuvo la oportunidad de correr rápidamente por el campus, llegando al nicho del dragón y tomar el huevo de oro, regresando por el otro lado. Cedric Diggory había cumplido el objetivo de la primera prueba.

-Tenías razón.-le correspondí a Charlie.- Ese dragón es temperamental.

-Es una hembra, siempre protegen los huevos que quedan abandonados.-dijo él, aportando información.

-Eso suena lindo.

-¿Sabes, que es más lindo?-dijo en un tono coqueto, arquee una ceja.- Estar aquí contigo, no tener miedo a que nos juzgues por lo que sentimos. Eso es lindo, Ernestine.

Sonreí, sonrojándome inevitablemente.

-¡Eso fue realmente ingenioso, joven Diggory!-comentó con gran ímpetu el señor Crouch.- Deberías estar entre mis aurores. No dudaría de tus capacidades, ahora que este dragón está entretenido en comerse la roca/perro.

Se escucharon carcajadas, grandes aplausos y silbidos de los estudiantes presenciando atentamente las ideas de engañar a los dragones. La siguiente se trataba de Fleur Delacour, la hermosa francesa que cautivaba a mil jóvenes con sus pasos delicados y sus facciones finas.

-Tiene una cuarta parte veela.-mencionó un joven pelirrojo, uniéndose con nosotros.-¿Qué opinas, Charlie?

-Es irrelevante para el torneo, hermano.

-¿En serio?

-¿Acaso piensas que el Gales verde común se fijara lo bonita y talentosa, que es ella?-objetó Charlie, sonriendo de lado.

Mientras estos dos, se ponían a discutir sobre los competidores y los dragones seleccionados al azar, recorrí mis ojos por las otras tribunas de los cuatro colores que simbolizaban a Hogwarts; verde, rojo, amarillo y azul. Sumando, los colores de los otros colegios invitados; borgoña y plateado.

-¿Qué haces aquí, Malfoy?

Era la voz rasposa del profesor Moody. Abrí mis ojos enormemente, más bien, esperaba que mi jefe de casa viniera a regañarme por estar ubicada entre los maestros e invitados especiales. Me sonrojé avergonzada, el hombre del ojo mágico estaba estudiándome con demasiada determinación. Me moví incomoda de su cercanía.

-Hice una pregunta, y merece una respuesta.

-Bueno, profesor...Hay una mejor vista desde aquí, ¿no cree?-dije con torpeza.

-Te recomiendo que te reúnas con tus compañeros.-ordenó siseando, lo miré un momento sosteniendo aquel rostro surcado de cicatrices y la mirada severa de emplear su dominio.

-Tengo el permiso del director.-inventé.

El profesor Moody entrecerró los ojos buscando una razón para sacarme de la tribuna. En ese momento, se presentó Fleur Delacour y los estudiantes recibieron a la segunda competidora con gran aliento a enfrentarse al dragón seleccionado.

-Te salvas por hoy, Malfoy.-gruño el profesor Moody, alejándose con el rengueo de su pierna al lugar correspondiente.

-¡Uf, casi...!

Volví a poner atención a la chica francesa, después de ser presentada por los relatadores y escuchando los gritos de apoyo de quienes confiaban en sus dotes mágicos. Seguidamente, el dragón gales verde común se avivo de los ruidos dejando de olfatear su nido, controlando que el huevo de oro estuviera entre sus patas traseras. Fleur se agachó avanzando con sigilo a la criatura, escondiéndose detrás de una gran roca con hierbas amarillentas a su alrededor, estaba muy bien camuflada. Tenía su varita mágica en la mano, lanzó un hechizo provocando un trance durmiente al dragón. Fleur se movió rápidamente de su escondite, pasando a otro y otro hasta acercarse lo más posible al nicho.

-Está cometiendo un error.-murmuró Charlie.

-¿De qué hablas, hermano?

-Verás...

El dragón dio un bostezó y sopló una ráfaga de fuego verde lima, justo cuando Fleur había conseguido el huevo de oro. Su falda se prendió fuego llegando a la entrada de los vestidores, apagó las llamas con su varita mágica.

-Eso mismo. Los dragones poseen un mínimo descanso, cuando están cuidando del nido.-explicó Charlie, al final de ver cómo la chica actuaba.-En fin, hermano. Me alegra que tu dama se haya salvado, ahora debo regresar al trabajo.

-De acuerdo, te contaré los resultados de Harry.

-Dale.

La lluvia había dejado de caer sobre los terrenos de Hogwarts, la humedad y el viento traían una fragancia natural de los alrededores, especialmente el Bosque Prohibido. Ahora, quedaba empacar y despedirme modestamente de Inglaterra.

-¿En qué piensas, Ernie?-me preguntó Charlie, bajando de la tribuna a mi lado.

-Bueno, me preguntaba...Si Rumania es muy frío.