Jadi corría por un bosque oscuro, Nira la perseguía. Volteó y vio a sus amigos en el suelo, sus cuerpos estaban inertes, empezó a llorar y gritó.
Despertó de golpe.
—¡ELIOT!
Estaba muy asustada, respiró aliviada al ver que sólo había sido un sueño. Tomó con prisa el móvil y pulsó llamar.
—Justo iba a llamarte pero temí despertarte —respondió Eliot—. Buenos días, ¿cómo amaneciste?
—Bien —suspiró—, feliz de estar aquí.
—¿Descansaste bien?
—Espera —reaccionó ella—, perdón.
—¿Eh? ¿Y ahora qué pasó?
—Con todo esto olvidé decirte feliz cumpleaños.
—Bah, no te preocupes. Me basta con saber que estás a salvo.
—¿Más tarde nos vemos?
Eliot sonrió. Le encantaba imaginar que era el único al que la chica quería ver, y quizá durante esos minutos lo era.
—Bueno.
Colgó. Miró hacia su escritorio en donde estaba el arma casi completa, tan solo faltaban tres piezas, pronto acabaría.
Escuchó un ruido en su ventana, volteó y vio a uno de los espíritus blancos que andaban con Gabriel. Se puso de pie, molesto, preguntándose qué querría.
Salió de su casa y Gabriel estaba ahí apoyado en su auto.
—Veo que lo lograste... La trajiste de vuelta, ¿por qué lo hiciste?
—¡Pues tú no lo ibas a hacer! Además, dije que lo haría, ¿o no?
—Aun así... ella vendrá conmigo.
Eliot resopló. El maldito no se contentaba con poco cuando se trataba de fastidiar.
—Sigues con eso —renegó—. Déjalo ya, ella ya te ha olvidado.
—Obviamente no, admítelo. Lleva enamorada de mí desde el primer año de secundaria, tú sólo eres algo pasajero.
—Tal vez, pero si ella llegara a cambiar de opinión yo estaré ahí.
—¡Ja! —Gabriel rodó los ojos.
—Por cierto... Debilitaste a Nira antes de que la enfrentáramos, eso nos ayudó...
—Sólo lo hice porque detesto a Nira y justo me la encontré —se excusó como si no fuera gran cosa.
—Eso no fue lo que ella dijo —frunció más el ceño—, quieres a Jadi más de lo que pensé.
—No —negó el rubio—. Yo sólo... ¡No me cambies de tema! Cuando acabe todo ya quedó en venir conmigo.
—Sí claro, sólo hablas por hablar... Debería decirte que dejes en paz a mi novia, y caerte a golpes si fuera necesario. —Gabriel se sorprendió un poco—. Pero aún no te ha dicho nada acerca de esto, así que será lo que ella decida. Más te vale que no la hagas sufrir. Ahora, si me disculpas, tengo cosas importantes que hacer.
Entró a su casa y cerró la puerta casi de golpe. Gabriel bejó la vista algo pensativo, subió a su auto y se fue.
Eliot se recostó en la puerta con el ceño fruncido. ¿Qué ganaba con venir a recordarle que él era más importante para Jadi? ¡Cómo le gustaba molestar!
***
Gabriel no quedó tranquilo con eso, aun así, tenía otras cosas que hacer también. Fue a ver a Jadi y ella salió algo sorprendida de su casa.
ESTÁS LEYENDO
Dos Mundos
FantasyEliot asistiría a otra escuela, para su mala fortuna. Una en donde sabía que todos eran adinerados, excepto él, un simple muchacho normal. ¿Qué tendría que afrontar ahí, aparte de los alumnos altaneros? Quizá la bonita e insoportable rubia que llamó...