Jadi volvió a su casa completamente destrozada. No cenó, no hizo nada más que encerrarse en su habitación, abrazar a su almohada, su única compañía ahora, y llorar de forma amarga.
Otro chico que se iba dejándola. Pero él, él no era uno más, él había sido su gran amor, a sus escasos diecisiocho años.
***
A la mañana siguiente sentía un enorme vacío en su pecho, deseaba que todo hubiera sido un sueño, pero no lo era.
—Hija. —Su madre se asomó—. Vístete, Gabriel ha venido a verte.
—Ya bajo —murmuró apenas.
—¿Estás bien?
—N-no...
Se puso de pie y corrió a abrazar a su mamá, llorando en silencio. Ella le dio unas suaves palmadas en la espalda.
—Todo mejorará, no es el fin del mundo...
Jadi asintió y se calmó un poco. No era el fin del mundo, pero sí del suyo. Estaba acostumbrada al castaño, él era gran parte de su vida, sin él estaba vacía.
Se alistó y bajó.
—Quería hablar contigo —le dijo Gabriel.
—Yo también, pero tú ¿sobre qué?
—Sé porque estás triste. —Ella bajó un poco la vista—. Mira, algunas personas llegan a nuestra vida sólo para cumplir una misión, y una vez que se termina se tienen que ir. Él llegó a tu vida para ayudarte mientras yo no podía. Yo tenía muchos conflictos interiores y también me ayudó con eso, mientras permanecía a tu lado.
—Él nos ayudó a todos, nos salvó a todos de alguna manera... Más a mí.
—¿Ya ves? Llegó a tu vida sólo para eso, para ayudarte a conseguir las piezas, para acompañarte, para mantenerte alegre. Y ahora que ya acabó, pues tuvo que irse a seguir con su vida.
—No —negó y apretó un poco los puños—. Él no llegó a mi vida sólo para eso, llegó para quererme, para hacerme sentir querida... —Suspiró—. Justo de eso quería hablarte. Debí decirte hace mucho que...
—Sólo lo quieres a él —completó. Jadi asintió—. Te confundiste completamente, creías que me querías a mí, pero en realidad no... Lo sé porque no me miras como lo mirabas a él, y sé que yo no te miro como lo hacía él, ¿verdad? Confundiste un amor "infantil", por así decirle, con el amor "actual", y debo admitir que yo también estuve confundido por un tiempo.
—Sí... Creo que sí. Todo este tiempo fue él y sólo él, todo giraba a su alrededor y no me daba cuenta. —Las lágrimas amenazaron con salir de sus ojos de pronto—. ¡Qué tonta soy! ¡Lo perdí!
—No. —Se encogió de hombros—. Créeme, a ese pobre le costará un buen tiempo olvidarte.
—¡Iré allá y lo buscaré!
—¿Ah? —Sonrió—. Dios lo libre de ti —se burló y ella frunció el ceño, pero divertida a la vez—. Bueno, te dejo, tengo cosas que hacer.
—Espera... —Él volteó—. Gracias.
—Descuida.
Se fue. Jadi volvió a sentir la esperanza brillar en su interior, subió corriendo a hablar con su mamá.
—¡Mamá, me voy a Trujillo!
—¿Qué?
—Sí, y no intentes detenerme... —Puso semblante triste—. Por favor, tengo que ir por él.
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Dos Mundos
FantasyEliot asistiría a otra escuela, para su mala fortuna. Una en donde sabía que todos eran adinerados, excepto él, un simple muchacho normal. ¿Qué tendría que afrontar ahí, aparte de los alumnos altaneros? Quizá la bonita e insoportable rubia que llamó...