Prostitute🥀. [Paperhat].

27

Salió de su casa decidido, ya no había marcha atrás, este plan si lo pondría en marcha, no iba a ser cobarde. Y bien, tenía el anterior para respaldo, ¿o por qué no hacer el plan número dos parte del número uno?

Llegó a casa de el de lentes.

Toco la puerta y una dulce voz respondió con un "Enseguida voy".

Suspiró. Hermosa, hermosa voz.

Si mirabas con atención, las pupilas de black se iban dilatando.

La puerta se abrió dejando ver a un rubio bien vestido a pesar de ser temprano, no esperaba menos de él.
Los labios de flug formaron una perfecta "o" al verlo. Black se rió internamente.

—¿Black? ¿Qué haces aquí?.- por fin habló el menor.

«Vine a verte»

«Vengo a conquistarte»

—Veras... Quería pedirte...no, si no tienes cosas que hacer podrías... Ya sabes, ¿ir a comer algo?

Okay, eso fue muy directo y no quería que pasara eso. Tomando en cuenta que dijo esto muy "de repente"

Flug se quedó con los ojos bien abiertos.

—Oh, bueno. No veo por qué no.- Una risa nerviosa se hizo presente.

«Hermoso»

—Bien, pero... ¿A qué hor...?

—Me gustaría que fuera más tarde, tengo que hacer cosas aquí en casa así que... ¿Te parece a las siete?

Se quedó pensando. Siempre tomando malas decisiones. Por las noches si lo tenía cerca no sabía si se iba a poder controlar.

—Supongo que es una buena hora. Así que sí, te veo más tarde.— dijo mientras hacía señales raras y cuando se dió cuenta flug solo miraba sus manos extrañado.

Las oculto.

Flug soltó una risita dulce.

—No te preocupes, está bien... Te veré más tarde.- se despidió

—Adiós.

Camino hacia de regreso a su hogar. Tenía la necesidad de reírse o gritar de la emoción, sentía algo tibio por dentro, sentía que eso se esparcía y en su pecho quedaban unas raras ganas de soltar gritos.
Tal vez estaba emocionado.

Tenía una amplia sonrisa. Al llegar a casa una chica de cabellos de colores lo esperaba mientras "leía" el periódico -aunque en realidad sólo veía las imágenes de perritos- ella escucho el sonido de la puerta cerrarse y levantó la mirada.
Él solo asintió y ella abrió los ojos a más no poder.

—¡No!.— dijo sin creer.

—Si.

—¿Encerio?

—No animal, solo te estoy diciendo eso para no quedar como un estupi.... PUES CLARO QUE SÍ

—¡Ah! ¡Pues celebremos!.— comenzó a reírse y el periódico fue roto en pedazos por sus hábiles manos.

—Vas a limpiar eso.

—¡Oh vamos! ¿Qué no estábamos celebrando?

—¿Qué estamos celebrando?

La expresión animada de la chica cambio a una aburrida.

—La rubia te dijo que si saldría contigo hoy