Capítulo 20

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Asiento y bajo de la camilla, lo sigo como una sombra a través del pasillo.

Mientras caminamos veo pasar a varios tipos sudados y con heridas en el rostro, esto me aterriza en el plano de la realidad.
Estoy aquí porque veré pelear a Adam.

Trago saliva nerviosa por recordar la fiereza de la última pelea que ví, la manera en la que se convertía en un animal y desaparecían los instintos humanos de su ser.

-Hola preciosa. - escucho que hablan junto a mí con un acento bastante peculiar.

Sin estar segura me giro para buscar al propietario de aquella voz extranjera, cuando mi mirada se posa en unos ojos azules celestes me quedo completamente hipnotizada, el dueño de éstos sonríe y deja al descubierto una hilera de dientes perfectamente blancos.

Parpadeo un par de veces para alejar mi vista de la hipnotizante mirada y siento que una mano se posa sobre mi cintura, a la par que giran mi cuerpo para tomar posesión de mis labios.

Cuando me doy cuenta que es Adam me dejo llevar en el beso, posesivo y firme, ese es el sabor de éste.

Nos separamos y antes de que pueda preguntar nada él habla.

-Puedes sentarte por allá, no tardaré.

Asiento con la cabeza y me doy media vuelta para buscar un lugar junto a la puerta por la que acababa de llegar, a lo largo de éste espacio está una banca en la que se encuentran otros chicos con guantes en mano, me meto en medio de ellos y me siento para esperar la pelea.

A medida que Adam sube los escalones del cuadrilátero un par de docenas de personas comienzan a gritar eufóricas, a coro llaman al boxeador por su apodo, mientras que él los escucha y sonríe, cómodo con el ego que se forma al rededor suyo. Observo la escena divertida, hasta que una conversación a mí alrededor llama mi atención.

-No creo que pueda lograrlo. - dice alguien a mi lado derecho. -No sin un buen entrenador.

-¿De nuevo está solo? Cuál es el problema del Demonio? - contestan un par de chicos a mí izquierda.

-Dicen que despidió a Joe porque comenzó a pedir el 40% de cada pelea.

-¿Pero no era también su representante? - pregunta una voz que hasta ahora no estaba en la conversación.

-Eso pretendía Joe, pero el demonio se representa a sí mismo, o eso es lo que dicen por aquí. - le aclaran al joven que metió su cuchara en la conversación.

-No creo que dure mucho más en éste lugar, sin representante ni entrenador está perdido. - continúan hablando a mí derecha.

-Ni siquiera creo que dure ésta pelea, ¿sabes con quién "bailará" ésta noche? Es Vladimir Ivánovk, el ruso que viene de Dakota del Norte.

-No te creo, ése sujeto debe estar demente para pelear contra este tipo.

La conversación se ve interrumpida por una voz que sale de los parlantes del lugar, dejándome en ascuas por saber más al respecto.

-DAMAS Y CABALLEROS..... ÉSTA NOCHE TENEMOS UN INVITADO ESPECIAL, DESDE LAS FRÍAS TIERRAS DE RUSIA, CON 89 KG ENCIMA, UNA ALTURA DE 1.93 Y UNA PIEL MÁS BLANCA QUE LA MISMÍSIMA NIEVE.... VLADIMIR, "GOLDEN FACE".

Los asistentes comenzaron a gritar eufóricos, mientras el recién nombrado subía las escaleras del ring, a cada paso que daba su sonrisa se enchanzaba y miraba fijamente a Adam, quien de brazos cruzados esperaba pacientemente.

Mi garganta tuvo un nudo al escuchar unos "Está acabado" por parte de los boxeadores a mi alrededor, así que opté por irme de ahí y acercarme a la audiencia bajo el cuadrilátero, conseguí abrirme paso entre los cuerpos conglomerados hasta llegar al frente de la acción, donde pude ver con más detenimiento al contrincante del "Demonio". Era el mismo que había visto tras salir del pasillo trasero con Adam.

Parecía que sus miradas fueran como un par de cuchillos atravesando el pecho del otro, no logré comprender del todo sus actitudes hostiles, pero estaba segura de que tenia que ver con algún asunto fuera del boxeo. Antes de que se escuchara la campana que daría inicio al enfrentamiento chocaron los puños cubiertos por los respectivos guantes de cada uno, se separaron un poco y el ruso comenzó a mover su mirada entre los presentes, sus ojos se clavaron fijamente en los míos y con una sonrisa lobuna me guiña un ojo, se gira para poner sus azules ojos en su contrincante y mueve los labios, diciendo algo inaudible para nosotros pero perfectamente claro para Adam, haciendo que éste último se tense desde la mandíbula hasta los bíceps.

La pelea dio inicio con un sonoro tímbre y el primero en avalanzarse sobre el otro es Adam, dando golpes rápidos y perfectamente calculados, pero Vladimir logra esquivar cada uno de ellos con agilidad, ante ésto Adam no duda ni un segundo en continuar el ataque, hasta que por fin logra dar más de una ocasión en la cara y costado izquierdo del ruso.

Toman distancias y ésta vez el primero en golpear es Vladimir, sin ninguna piedad choca sus guantes en el perfecto rostro de Adam, una vez, dos y hasta cinco golpes caen en los pómulos del egocéntrico Demonio.

A cada guantazo que aterriza en él, mi estómago se contrae y un nudo se comienza a formar en mi garganta, mis manos se entierran en la desgastada lona, presionando en ella hasta que dejo de sentir mis dedos, después de unos eternos minutos Adam toma distancia y comienza a tomar aire, el ruso le sonríe y relaja los músculos.

El demonio lo mira y en sus ojos no se refleja nada, inexpresivo se yergue y acercándose nuevamente y sin titubear una ráfaga de golpes llegan a su contrincante.

Uno tras otro hasta dejarlo tendido en la lona, sin ninguna piedad él continúa con la paliza.

La gente no grita más, sólo se escuchan los guantes de Adam chocando con el rostro de Vladimir.

Trago saliva anonadada y al darme cuenta que el rostro del chico extranjero es más sangre que cara le grito al demonio para que detenga la aterradora escena.

-ADAM! - le llamo para intentar ganar su atención. -ADAM SUELTALO!

Pero nada, no me mira siquiera.

-Lo matará... - escucho cuchichear a la gente tras de mí.

-ADAM POR FAVOR PARA! - grito al borde del llanto y comienzo a golpear con mis puños la superficie del ring.

Ésto hace que eche un vistazo en mi dirección, cesando así la tortura del inconsciente ruso.
Su mirada se cruza con la mía y yo no lo soporto más, las lágrimas comienzan a rodar por mis mejillas, el miedo se apodera de mí y salgo corriendo de ese lugar.


***

Feliz navidad!
Llegué para quedarme, pido disculpas por no actualizar como quisiera, pero prometo no abandonarlos tanto tiempo, les agradezco su apoyo a ésta historia y les deseo una muy feliz época ✨

Solo Llámame Adam [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora