Capitulo 21

64.8K 3.6K 204
                                    

En medio de empujones consigo alejarme del barullo en el ring.

Salgo por la puerta principal para toparme con unas incandescentes luces que dan directamente en mis ojos, cegada y desorientada intento que mis pupilas se adapten a la iluminación artificial, mientras parpadeo varias veces escucho que unas sirenas comienzan a sonar estridentes.

Me quedo congelada ante la escena, las personas salen corriendo del lugar y los policías los intentan alcanzar.
Mi primer instinto es salir corriendo de ahí, no estoy nada interesada en formar un registro criminal.

Me echo a correr en dirección contraria a ellos sin saber en realidad a dónde me dirijo, pero algo detiene mi huida, una mano me impide avanzar, asustada por la idea de que fuese un policía intento soltarme para evitar un arresto, pero mi captor no me suelta un milímetro, en cambio me lleva en la dirección a la que iba y una vez que estamos alejados del recinto habla conmigo.

-Emma tranquilizate, soy yo. - me dice la persona que menos hubiera esperado ver ésta noche.

-¿Grace? ¿Qué estás haciendo aquí? - pregunto a mi amiga casi gritando sobre las sirenas.

Ella no me responde nada, en cambio mira detrás de mí y sonríe intranquila.
Sigo su mirada y me topo con Christian, quién tiene por los hombros a Adam.

Mi quijada cae al suelo cuando veo detenidamente el rostro del boxeador, el miedo que sentía momentos antes se comienza a extender a todo mi ser, los escalofríos recorren mi espalda e instintivamente me cruzo de brazos, buscando que mi calor propio disipe el frío que emerge de mi interior.

Nadie habla, nuestras miradas son las únicas que dan señales de vida, pasan de un presente a otro, pareciera que en medio de las sirenas y gritos nosotros estamos en un cuadro muy alejado.

-No podemos quedarnos aquí toda la noche. - habla Christian.

-Él tiene que ir a un hospital. - sentencia Grace preocupada por la apariencia de Adam.

-No, sólo necesito descansar, estoy bien. - replica malherido pero soltándose de su amigo.

-Vámonos de aquí, ese escándalo está acabando con mis nervios. - dice Christian encaminándose en la carretera y dejando atrás las luces y el barullo.

No nos alejamos tanto como hubiera querido, pero al llegar a donde está un auto (extrañamente familiar) Grace y Chris se detienen, éste último quitando la alarma para que todos pudiéramos entrar.

Una vez que todos estamos sentados Grace, quien va de copiloto, se gira para hablar conmigo.

-¿No es increíble? Christian encontró mi auto en un depósito, siendote sincera, ya estaba odiando el transporte público, mi bebé tenía que volver conmigo. - dice con una sonrisa de oreja a oreja.

-Eres increíble - respondo feliz por mi amiga y su ser materialista.

Por un momento imagino la escena en mi cabeza, Chris llegando a casa de mi amiga cual caballero andante para devolverle el auto y Grace nada tardía agradeciéndole como solo ella haría, metiéndolo en su habitación y sin salir por un par de horas.

Encienden el coche y se incorporan a la carretera, dejo de prestar atención al camino y miro de reojo al acompañante a mi lado, Adam tiene su mirada fija en mi, su entrecejo fruncido y sus labios apretados uno con el otro atraviesan mi alma, unos coloridos moretones se forman en el rostro del boxeador a medida que avanzamos en el camino, una voz en mi cabeza comienza a reprenderme por no tomar a Adam en mis brazos y hacerle mimos, pero hago que calle de inmediato cuando recuerdo su salvaje actuación de apenas una media hora, mis pensamientos están repletos de conjeturas, me es imposible humanamente contener tantos sentimientos, las lágrimas comienzan a rodar por mis mejillas, calladas y sin anunciarse, así es como paso buen tramo del camino.

Solo Llámame Adam [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora