Capítulo 33

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Me quedo helada ante él.

Mis pensamientos paran de dar vueltas a mi al rededor y estoy completamente en blanco.

-¿Qué has dicho? - es lo único que sale de mi boca.

-Lo que escuchaste. Estoy harto de quedarme detrás viendo cómo te escapas de mis manos, te amo Emma, eso no ha cambiado y jamás lo hará. Te amo y creo que todavía puedo remediar mis errores, no quiero pasar un solo día más sin ti a mi lado. - habla y se acerca a mí.

Me gira gentilmente y quedo de frente al cristal, con las impresionantes vistas de una puesta de sol entre la arena, el desierto se ve asombroso, cada rayo de sol torna el color de las dunas en oro y en medio de esa magnífica vista Elliot me habla al oído.

-Deja que te maraville con todo lo que tengo para ofrecerte, ésto y todo lo que tú desees Emma, puedo dártelo todo, cásate conmigo.

El elevador para con un pitido melódico y las puertas se abren tras de mi, Elliot se endereza y se aparta dejándome espacio para salir.

Mis pasos son temblorosos y mis oídos zumban, intento atribuirle ésto a la altura que nos encontramos, pero en el fondo, muy en el fondo, sé que no es eso lo que hace que me sienta tan nerviosa.

-Necesito encontrar a mi amiga.

Digo lo más entera que puedo. Por mi mente pasan demasiados pensamientos, ¿a caso él habla en serio?
¿Me estaba proponiendo matrimonio en el desierto, a mitad de una búsqueda al otro lado del mundo de casa?

Debía estar en un show de cámara oculta, uno muy malo.

-Todd hace una parte, yo me pondré en ello ahora mismo, pero hablo en serio Emma, quiero tenerte en mi vida para siempre.

Y me guía por un largo pasillo elegantemente amueblado, cada luz artificial está bellamente escondida tras un puño de cristales finísimos.

Llegamos hasta mi habitación y abro la puerta en un intento de recuperar mi tranquilidad mental alejándome de mi ex novio.
Pero él es más rápido que yo.

Sostiene la puerta antes de que se cierre completamente, únicamente para decirme.

-Sé mía, por favor.

Y soltando la puerta se da la media vuelta y se aleja a su habitación.

¿Cuándo acabaría éste día?
Estoy segura que mi causa de muerte será un infarto.

Han pasado sólo quince minutos tras la propuesta de Elliot, estoy tirada en la cama matrimonial intentando ponerle orden a mis pensamientos.

Hasta que el sonido de mi teléfono me saca del trance en el que se encontraba mi mente.

-Diga.

Respondo tras deslizar el dial si ver de quién se trata.

-Emma, ¿cómo va todo?.

Christian.

-Estoy bien, acabamos de llegar a los emiratos árabes, Todd y Elliot están tras el paradero de Jason.

Respondo casi como una máquina, creo que por fin mi mente está en blanco debido a la falta de información a mi al rededor.

-¿Entonces aún no saben nada de Grace? ¿Puedo hacer algo para ayudar?.

La voz del boxeador suena apagada, como si el mismo, aunque haga la pregunta, supiera la respuesta a ésta.

-Ni si quiera yo, en éste lado del mundo, puedo hacer algo ahora mismo - hablo intentando quitarle peso de encima -Pero no te preocupes, te mantendré al tanto en cuanto haga mi siguiente movimiento.

Solo Llámame Adam [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora