Capítulo 32

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Durante la noche me remuevo en la cama intentando conciliar el sueño.

La situación me tiene demasiado inquieta, no puedo creer lo que está pasando.

Miro el reloj para serciorarme de que aún tengo oportunidad para dormir aunque sea un poco, las 3:18, maldita sea no podré dormir más de dos horas.

El tiempo pasa volando, no logro pegar ojo en lo que resta de la noche, mi subconsciente me asalta con preguntas que no tienen una respuesta concreta, cosas como "¿Y si llego demasiado tarde?" o "¿Por qué Jason hace ésto?".

Todo esto carbura por mi mente quitandome la poca paz que tenía.

Doy un giro más en la cama reprochandome el hecho de no haberme preocupado por mi amiga en todos éstos días, cortesía del egocéntrico boxeador.

Al instante levanto mi espalda del cómodo colchón y con la espalda recta medito lo que acabo de decir.

-Me iré a los Emiratos árabes y no le dije nada a Adam.

Soy pésima para no preocupar a los demás.

Tomo mi teléfono y le llamo.

Una voz cansada entre un barullo me contesta la llamada.

-¿Qué ocurre nena? - dice Adam desde el otro lado.

-Hay noticias sobre Grace.

-¿En serio? Espera un momento. - a la par que me habla puedo escuchar como el sonido que lo envuelve disminuye de a poco.

-Ahora si, cuéntame qué está pasando.

Y comienzo a relatar los hechos que se llevaron a cabo a penas unas horas atrás, ésta vez no omito detalles, se lo digo todo.

-Así que iremos a buscarla. - termino de hablar.

La línea se queda un momento en silencio, si no fuera por las respiraciones de Adam pensaría que ya se habría ido.

-¿Medio oriente, eh? ... Ese bastardo millonario. Ese es el problema con todos los sujetos de tu clase, ricos y engreídos, creen poder hacer lo que quieren solo porque pueden limpiarse el culo con billetes de 1000 dólares.

Ambos nos quedamos sin decir nada, intento buscar las palabras adecuadas y por fin hablo.

-Bien, sólo llamaba para mantenerte al tanto. - mi voz es cortante y cualquiera podría notar lo dolida que me escucho.

-Emma, lo siento, no quise ser grosero, sabes que jamás pensaría eso de ti.

-Adiós Adam, volveré en unos días.

Al mismo tiempo que termino la llamada unas incomprensibles palabras se escuchan del otro lado.

Mi cabeza da vueltas y mis heridos sentimientos comienzan una lucha con ellos mismos.

Mi celular suena un par de veces anunciando el tiempo de levantarme, miro el reloj digital junto a mi cama y me pongo de pie con pesadez, sé que la falta de sueño me rendirá cuentas durante el viaje.

Minutos después estoy en el asiento de copiloto en el BMW de Todd, nos dirigimos al angar de la ciudad, donde la familia de Elliot cuenta con acceso a varios de los aviones del lugar.

Salimos del vehículo y nos reciben algunas personas que se llevan nuestras maletas, nos guían hasta la pista más cercana y ahí nos encontramos con Elliot, apenas nos ve se acerca hasta mi.

-Buenos días - dice y coloca un mechón de cabello tras mi oreja.

-Quítale las manos de encima - Dice Todd mientras me pone tras él. -Vamos, perdemos el tiempo aquí.

Sentencia mi hermano y camina junto a mi pasando de lado a mi ex novio.

El viaje dura más de 9 horas, las cuales pasé haciendo planes mentales del cómo encontrar a Grace, me hubiera gustado decir que dormí tan siquiera una hora, pero no fue así, la mayoría del tiempo fijé mi mirada en la ventana, viendo pasar las nubes y teniendo la cabeza llena de voces, intentando no volverme loca y asimilando los acontecimientos recientemente ocurridos.

Después de un casi perfecto aterrizaje una azafata llega hasta nuestros cubículos y nos mira con una sonrisa mientras dice

-Bienvenidos a los emiratos Árabes.

***

Después de salir del aeropuerto un coche nos lleva al hotel más grande que he visto nunca.

Al darnos las habitaciones me tranquiliza saber que tenemos una para cada quien y en el mismo piso.

-Emma - habla mi hermano -El tiempo es oro, iré a la torre de la empresa del padre de Jason, mientras tanto tu sube y descansa un poco, no dormiste en todo el viaje.

Mientras hablamos pude notar la mirada de varios sobre nosotros, no sé si se deba al hecho de que mi hermano no lleva un agal o porque yo no estoy cubierta de la cabeza a los pies.

Sospecho que era la segunda opción ya que después de que Todd  se marchase un hombre alto y muy guapo se acerca a mi hablándome en árabe, supongo.

-Perdón, no le entiendo. - digo a la par que muevo mis manos de un lado a otro, intentando que me entienda más allá de mis palabras.

-Tenía que intentarlo - dice sonriendo, con una acento bastante gracioso. -Mi nombre es Hasán.

-Un gusto. - respondo intentando sonreír pero manteniendo mi distancia.

-No eres de por aquí. - dice mirándome de arriba a abajo. -Tu cabello es tan rojo como el fuego, simplemente es precioso.

Habla mirándome directamente a los ojos, y yo no puedo hacer más que quedarme ahí estática bajo el encanto de esos grandes ojos marrón.

-Vamos. - escucho decir a Elliot mientras me lleva del brazo hasta los elevadores. -Dos minutos. Eso es todo el tiempo que te dejé sola. Dos putos minutos y ya estás consiguiendo esposo?

Sus palabras más que enojado suenan un poco divertidas.

-Ese no es tu asunto. - digo y subimos a un ascensor completamente de cristal.

A cada piso que subimos puedo ver cómo las lejanas dunas se hacen más pequeñas, revelando el inmenso desierto que custodian.

Hasta éste punto me permito pensar en lo bello del lugar, pero mi mejor amiga es el centro de mi mente, así que me olvido de admirar las vistas y pregunto a Elliot.

-¿Y ahora?, Ya estamos aquí, ¿qué sigue para encontrar a Grace?.

El me mira serio y solamente dice.

-Casate conmigo

Solo Llámame Adam [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora