Solo Llámame Adam [COMPLETA]

Capítulo 11

Elliot... por qué ahora? Tengo tantas preguntas que hacerle a mi mejor amiga y justo ahora llegas.

-Hola - saludo cordial.

Él se acerca y me da un beso en la mejilla.

-Te ves hermosa cuando no usas sostén - dice en mi oído.

Una risita tras de mí me recuerda que Grace sigue aquí, así que yo giro para dedicarle una feroz mirada y ella se ríe aún más fuerte.

-Bien chicos, los dejo solos, tengo que ir a terminar una tarea. - y se despide mi pelinegra favorita.

Me giro hacia Elliot nuevamente y quedamos mirándonos frente a frente.

Yo le sonrío pero él está serio de repente.

-Estás bien? - Pregunto.

-Si, bueno no, no lo sé. - responde confundido.

-¿Qué sucede? - pregunto.

-¿Dónde estabas ayer por la noche? - me cuestiona mirándome fijamente a los ojos.

Paso saliva lentamente y abro la boca para hablar, pero me congelo y la vuelvo a cerrar.

-¿Y bien? - pregunta nuevamente.

-Estuve... En casa de Grace - contesto sonriente y pretendiendo que no acabo de mentir.

-¿De verdad? Entonces ¿por qué no contestabas el teléfono?, ¿Y por qué la mamá de Grace me dijo que su hija había ido a tu casa?. - Cuando termina las preguntas se cruza de brazos y me mira desconfiado.

Maldita sea.

-Yo... bueno, estaba con Grace, pero nos fuimos de su casa por un rato porque...

Lo veo achinar los ojos y sé que no me está creyendo una santa palabra de lo que digo.

-¿A qué viene este interrogatorio? A caso no puedo salir por ahí con mi mejor amiga un miércoles por la noche? - pregunto ofendida por el modo en el que me está mirando.

-Eres una mentirosa - sentencia.

-¿Disculpa? - digo genuinamente enojada.

-Fueron a las afueras de la ciudad y regresaron a casa muy tarde por la noche, sin mencionar que no llegaste en el auto de Grace, llegaste muy cariñosa con un motociclista de mierda.

Estoy estática, no puedo mover ni un músculo.

-¿Me estabas espiando Elliot? - consigo articular conteniendo la rabia.

-No, no tengo suficiente tiempo para hacerlo yo mismo, para eso existen los profesionales.

Es increíble, este tipo es simplemente irreal.

-Escucha Emma, te lo pondré fácil, no quiero terminar contigo hasta la graduación, eso podría traerle problemas a mi imagen y a los negocios de ambas familias, así que bésame y sigamos siendo una pareja feliz, tenemos a media escuela mirándonos justo ahora. - me señala con los ojos a la gente de nuestro alrededor.

No me había dado cuenta cuando habíamos empezado a gritarnos y toda esta gente se quedó para husmear.

Incómoda por las miradas y en shock por todo lo que había dicho Elliot hago lo único que podría haber hecho en esa situación.

Me acerco a él y nos besamos.
El sabor de sus labios me empiezan a dar asco, nunca había notado lo mal que besa este idiota.

No puedo creer que el chico insistente de hacía unos años, el que se había ganado el visto bueno de mis padres a base de cumplidos hacia mi terminaría convirtiéndose poco a poco en un reflejo de sus superficiales padres.

Me separo de él pero no me deja alejarme, me tiene tomándome de la cintura con una mano, y con la otra baja a mi trasero para acercarme más.

-No te atrevas a volver a ver a ese imbécil de anoche. - sus ojos ya no tienen ni un rastro del Elliot del qué me enamoré, pareciera que es otra persona.

Simplemente frunzo el ceño y me suelto de su "abrazo".

Mientras caminaba a mi aula podía escuchar a las muchas chicas diciendo "Que suerte tiene Emma, Elliot es un caballero" "Y es tan guapo que moriría si me besara de la misma manera".

Suelto el aire poco a poco, dejando que la ira que me invade se disuelva.

Entro evitando todo contacto de mis compañeros, sólo tomo asiento al fondo del salón, me recuesto en la fría mesa y dejó escapar una lágrima, no, no es de tristeza, es por retener las ganas de golpear a Elliot.

El contacto con el mármol falso me reconforta un poco ya que estoy segura de que mi cara está ardiendo.

Suspiro profundamente y me recompongo en mi asiento para esperar a Grace.

La clase comienza y no hay rastro dei amiga, así que decido enviar un mensaje.

"Deja de holgazanear y ven a clase, perderás la asistencia."

Pero pasan los minutos y no recibo respuesta, supongo que estará con Jason.

Al paso de las horas entre clase y clase salgo a buscar a mi amiga, pero no la encuentro por ningún lado, entonces espero el final de la jornada para revisar de piezas a cabeza la escuela entera.

Cafetería.
Edificio de Letras.
Edificio de Artes.
Obviamente el edificio de Administración.
Patio principal.
Baños.

Ni una pista de mi mejor amiga y creo que ya fui a todos los lugares de esta universidad, quizá se fue temprano a casa.

Derrotada decido ir a casa a esperar algún contacto de Grace, quizá iré más tarde a su casa para asegurarme de que esté bien.

Tomo el autobús y poco después llego a mi hogar, al cruzar la reja una alarma suena en mi celular, miro de qué se trata y es un recordatorio de la fiesta de cumpleaños de Jason mañana por la noche.

La había olvidado completamente, tal vez en eso está mi amiga, no le tomo mucha importancia y decido dejar así las cosas, si está ocupada planeando todo no tendrá tiempo para hablar, dejaré todas mis preguntas para mañana por la mañana.

Al llegar al portal de mi casa llega a mi mente el recuerdo por el cuál quería hablar con ella para empezar, su auto.

Corro como una loca y salgo nuevamente a la calle con el celular en mi oído, pidiendo al cielo que Grace me conteste.

Nada, de nuevo el buzón, entonces me dirijo a su casa para probar suerte, las calles de Boston en este lado de la ciudad parecen infinitas, cuando comienzo a hiperventilarme me recuerdo a mí misma de hacer algo de ejercicio de vez en cuando.

Al llegar por fin a casa de mi amiga toco el timbre un par de veces, me abre la puerta una señora algo mayor, es la señora Yunuen, lleva trabajando para la familia de Grace desde que su padre era un niño.

-Querida! Qué agradable sorpresa verte por aquí - me saluda la dulce ama de llaves.

-Hola señora Yunuen, ¿cómo se encuentra? - pregunto intentando recuperar el aire después de mi maratónica llegada.

-Excelente pequeña, pero pasa, le diré a Grace qué estás aquí.

Al escuchar que mi amiga está aquí sonrío de oreja a oreja y me relajo visiblemente, por alguna extraña razón sentía una corazonada de que algo no andaba bien.

La señora Yunuen me conduce hasta el cuarto de mi mejor amiga hablando sobre lo mucho que había cambiado en pocas semanas, a decir verdad hacia bastante tiempo no venía a esta casa, era más común que Grace y yo nos viéramos en mi casa o en la escuela.

Me deja en la puerta de mi amiga y se despide de mi pidiéndome que no me desaparezca tanto tiempo, yo asiento y toco a la puerta.

Giro la perilla al no recibir respuesta y entro en la habitación.