Me apresuro lo más que puedo al salir a la calle, no reconozco del todo el lugar en el que estoy, pero gracias a las avenidas que cruzan sé dónde dirigirme para tomar el autobús a casa, algo de éste barrio sigue haciendo que tenga una sensación extraña en mi mente.
Apenas llego a tiempo para subir al transporte, agradezco a la alcaldía de la ciudad por mejorar la calidad de los asientos en el vehículo, los cuales me permiten cerrar un momento los ojos para conseguir tener algo de energía que seguramente necesitaré apenas llegue a casa.
Después de 10 minutos en autobús y un par de metros a pie, llego a la reja y saludo a Wallace, éste apenas me ve y abre completamente los ojos y se acerca cauteloso para decirme;
-Emma, tienes una muy mala pinta.
Mis manos van instintivamente a mi cabello, el cuál está alborotado por mi maratónica llegada.
-Lo sé, lo sé, pero no tengo tiempo para historias, ¿podrías abrirme? Tengo que vestirme para la universidad.
Asiente divertido y abre la compuerta, paso junto a él corriendo y al llegar a casa no dudó en abrir y cerrar lo más pronto posible, intentando no mirar a ningún sitio y correr directamente a mi habitación.
Mi plan se ejecuta perfecto, logro ducharme y vestirme en menos de 15 minutos, el día va mejorando de a poco y la esperanza de llegar a la primera clase comienza a crecer dentro de mí.
Bajo a la cocina para tomar algo rápido y salir de casa, pero todo iba demasiado perfecto para ser verdad.
Una asamblea con los miembros de la familia me espera malhumorada en el comedor, por un lado mis padres con los ojos entrecerrados, y del otro Todd con la mandíbula apretada.-Bueno días, Emma. - me saluda mi madre con la voz sarcástica y malhumorada.
-B-buenos días mamá. - contesto acercándome lentamente a ellos -¿Cómo fue el congreso? - pregunto intentando desviar la obvia oleada de reprimendas que me espera.
-Bastante bien hija, todo fue de maravilla, hasta que llegamos a la ciudad. - dice mi papá sin quitarme la mirada de encima.
-Así es - lo apoya mi progenitora no biológica -¿Quieres saber qué ocurrió apenas pisamos el aeropuerto de regreso a casa?.
Mamá tiene un chupete en su cuello.
No puedo dejar de mirarlo y ésto hace que mi mente se concentre 100% en eso, ¡¿quién lo diría?! ¡Mamá y papá aún se sienten como adolescentes!-¡Emma Margaret Parks! - oh no, dijeron mi nombre completo, esto no es buena señal.
-Estamos hablando en serio hija, estás castigada, no saldrás de ésta casa por lo menos hasta que termines la universidad. - mamá siempre exagera el tiempo, pero decido no contradecir sus órdenes.
Usualmente cuando castigaban a Todd por "21 años" a la semana siguiente volvían a estar activas sus tarjetas de crédito y su auto regresaba al garaje.
-Lo siento. - digo cabizbaja.
-¿Por qué te disculpas Emma? - pregunta papá.
¿Por qué me disculpo.....? Excelente pregunta papá.
-Yo... ¿Por no haber estado en casa cómo debería?.
Mi respuesta los deja atónitos y hace que mamá vuelva a la carga.
-¿Sólo te arrepientes por eso? ¿Qué hay del hecho de andar paseando por las afueras de la ciudad en peleas clandestinas? ¿Y si la policía te atrapaba? ¿Pensaste en tu futuro o a caso tu objetivo era tener un bonito registro criminal?.
¿Cómo se enteraron de que estaba allí?
Eso no lo sabía ni Todd, algo me huele muy mal.-Pero no pasó mamá, alguien me salvó.
Mis padres se miran entre sí sarcásticos.
-¡Alguien la salvó! Menos mal, no crees Steve?
-¿Cuánta suerte, no Katherine?
Bufo enojada por su actitud, pero dentro de mí sé perfectamente que está justificado el hecho de que se preocuparan por mi, pero algo sigue sin encajar en ésto.
-Eres increíble Emma, te lo digo en serio, tienes suerte de tener a alguien como Elliot en tu vida, de no haber sido por él algo malo te hubiera ocurrido.
¿Elliot? ¿Creen que me refiero a Elliot?
Mi mirada estupefacta pasa de mis padres a Todd, éste último abre mucho los ojos y me invita a seguirle la corriente a mis padres.-Si... Cuánta suerte. - respondo lo menos sorprendida posible.
La conversación se tornó repentinamente extraña, ¿Qué demonios tiene que ver el estúpido de Elliot?
-Menos mal que pudo recogerte y llevarte a su casa. - habla mi papá subiendo una ceja dubitativo.
-Sabes muy bien que no apoyamos el hecho de que durmieran juntos, pero por lo menos te mantuvo viva, sana y salva. - mamá ahora no habla enojada, más bien parece genuinamente aliviada por ésto.
-Si, bueno, no pude contestar las llamadas, mi celular murió y... Suerte que él estuviera ahí.
Hablo con la voz confiada pero sé en mi interior que no puedo estar mintiendo más.
Mis padres asienten y deciden dejar así la conversación, no sin antes sentenciar que de ahora en más tendré que ir a la escuela con Todd y regresar de la misma manera, entonces caigo en cuenta del porque la actitud de mí hermano.
Ambos salimos de casa para subir a su auto y en cuanto cierro la puerta la segunda etapa de mi reprimenda comienza.
-Te salvé de una muy grande Emma, en qué demonios pensabas al no llegar a casa anoche? - Habla prácticamente gritando -¿Sabes lo difícil que fue para mí hacer encajar lo de tu novio y tu salida furtiva? Te lo digo en serio niña, ésta vez te salvé el trasero.
-Lo sé Todd, y te lo agradezco de verdad, siento meterte en problemas por mi culpa, pero ocurrieron algunas cosas y.... Bueno, no estaba en mis manos.
Respondo intentando revelar la mínima información posible, pero mi hermano es mucho más perspicaz que yo.
-A otro perro con eso hueso Emma, basta de ocultarme cosas, soy tu maldito hermano, mi deber es cuidarte, pero no puedo hacerlo si me ocultas cosas que podrían ponerte en riesgo. Me dirás todo ahora mismo, hablo en serio.
Oh no, el tono de culpabilidad, no puedo negarle nada a Todd cuando escucho su voz quebradiza y realmente preocupado por mi.
Ese matiz me hace recordar una época lejana en la que tenía apenas 10 años, estaba en una casa nueva, con una nueva familia y un hermano mayor, él nunca me dejaba sola, me defendió de todos esos niños que se burlaban de mí por mi pelirrojo cabello, incluso se deshizo de todos los chicos que intentaban invitarme a salir por lo menos hasta que entré a preparatoria, por más molesta que llegara a sentirme nunca podría enojarme con él por hacer esas cosas, dentro de mí corazón sabía que su motivo era el amor a su hermana pequeña.
Durante el camino a la escuela le confesé todo, desde la noche en la que conocí a Adam, hasta hacia apenas unas horas (excluyendo las partes que ningún hombre quisiera saber acerca de la vida íntima de su pequeña hermanita).
Sabía que no resistiría más tiempo sin contárselo, siempre habíamos sido muy unidos, lo que verdaderamente me sorprendió fue el hecho de que me dejara contar todo sin interrumpir, escuchó pacientemente toda mi historia asintiendo y mirándome un par de veces.Le cuento sobre Elliot y los incidentes a su alrededor y una vez que hablo sobre ésto el coche frena abruptamente y Todd me mira fijamente.
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Solo Llámame Adam [COMPLETA]
Romance"Maldito egocéntrico, ¿Quién se cree que es?" "Ricachona mimada, ¿Quién se cree que es?" -Bienvenidos a la pelea del año.... Con 1.88 metros, 76 kilogramos y ningún buen representante hasta la fecha, él es.... ADAM!!!! Segunda temporada ya disponi...