Capítulo 10
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Emma se llevó las manos a los labios para no ser oída, pero Regina era muda, no sorda ni mucho menos tonta. A los segundos después llegó otra hoja debajo de la puerta que tenía escrito "Derribaré esa puerta". Con el rostro rojo por la vergüenza la abrió tan solo un poco, pero fue Regina quien sostuvo su mano para sacarla de allí con fuerza. No lucía enojada, su rostro estaba sin expresiones esperando una respuesta a sus dudas. Mierda ¿Cómo iba a explicarle porque le decía "Cenicienta" sin sonar despectiva?
La bajita levantó una ceja esperando que hablase, no tenía paciencia ni menos tiempo.-¿Qué quieres?-. Regina señaló las hojas que sostenía con sus manos -¿Quieres las hojas de vuelta? Haberlo dicho antes-. Aunque trató de bromear, Regina lo tomó como una burla hacia su mudez. Ahora sí parecía enfadada -Dos cosas, primero que haces aquí habiendo tantos baños y segundo quiero que me expliques porque escuchas conversaciones ajenas-. Regina escribió rápido.
-"Porque te seguí y contestando lo segundo, porque hablabas en alto"-. Volvió a señalar la hoja que tenía Emma.
La rubia dio un largo suspiro, caminó hacia la puerta y la aseguró para que ninguna chica entrase al baño. Sabía que todos los demás cubículos estaban vacíos, los comprobó por si misma así que una conversación podrían mantener. Un poco nerviosa caminaba de un lado a otro para buscar las palabras adecuadas pero ¿Por qué no mejor era sincera? Recordando el "brindis de la galleta" se volteó para mirarla tranquila, era momento de explicarle las cosas que preguntaba.
-No debiste decir de dónde vienes, la única vez que se matriculó una chica de tu clase social, terminó yendo a un psicólogo por depresión... Regina, acá las personas pueden tener un estrato económico alto pero pueden ser realmente perros si lo desean, sino fíjate lo poco y nada de cómo fue Mary Margaret contigo-. Su gruñido aunque fue bajo resonó allí -Yo sé que quieres respeto, lo entiendo, pero no fue la forma de gritarle al mundo que eres pobre para imponerlo-. Regina la miró de forma tan penetrante que la rubia tragó saliva.
-"No me voy a dejar pisotear con nadie, es mejor que sepan de dónde vengo porque no quiero gente falsa"-. Había tachado la palabra "falsa", lo que le hacía entender que se refería a ella. Parada allí se sintió idiota ¿La estaba realmente tratando de falsa o se tomaba muy en serio lo que ni siquiera era correcto? -"¿Por qué me dices cenicienta?"-. Emma miró la punta de sus preciosos zapatos de tacón.
-¿Debo decirlo?
-Mjumm-. Incluso ese pequeño sonido que podía emitir con los labios sellados la había dejado mareada.
-Me recuerdas a Cenicienta, sobre todo esa noche que ayudaste con la cena de mis padres y te vestiste con un vestido caro pero te fuiste de allí apurada... incluso ahora-. Susurraba -Que estás metiéndote en mi mundo en esta escuela.
Por un momento la bajita trató de entenderla. Debía estar asustada pensando que alguien descubriría que se conocían con anterioridad, aquí en Heidelberg High School debían ser realmente malas personas como para que ella temiese ¿O simplemente le daba vergüenza? Incluso en ese caso era entendible, nadie tan jodidamente millonario quisiera mezclarse con alguien como ella. No sabía que decir sobre esto, su cabeza le daba visiones de Emma Swan de las cuales no estaba segura. Por ejemplo, quizás no se preocupaba de ella porque le interesara su bienestar sino que le atormentaba que supieran que fue su sirvienta como bien también podía ser todo lo contrario. No supo entender porque su mano se levantó por voluntad propia hacia el rostro de ella y la posó en su mejilla lentamente. Emma dejó de respirar, la observaba con los ojos muy abiertos pero callada. Tomó la mano de Emma, sostuvo el dedo índice de ella y se lo pasó por los labios dando pequeños golpecitos, quería decir que mirase sus labios pero no había sido capaz de pensar en los efectos que había producido para ambas ese pequeño contacto de los dedos de la heredera. Regina modulaba sin emitir ruido alguno.
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Mi Cenicienta (Swanqueen)
FanfictionUna chica rodeada de lujos necesita que la atiendan, necesita ser tratada como una flor y una princesa o así toda su vida a Emma Swan la habían criado, estando en un prestigioso colegio para "niños adinerados" Emma era la chica más respetada y admir...