Capítulo 26
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Regina apretó las manos a cada lado de la cintura de la rubia, su cabeza le daba mil razones para no hacer esto, pero su cuerpo estaba dictando una orden más potente que los demás: "Déjate llevar". No estaba loca si daba un paso más, Emma daba signos claros que su presencia le afectaba en un sentido carnal y pasional. Su piel estaba más caliente que antes, podía sentir el pulso elevado en su cuerpo, le temblaba el labio inferior. El problema era que no sabía si se podía controlar.
Como si reconociera lo mal de su estado y la situación que las envolvía, la rubia se apartó de ella para caminar al baño pensando que no podía actuar o hacer algo de lo que pasaba por su cabeza ¡Tenía novio! Pero apenas tuvo tiempo de moverse cuando la "princesa" la abrazó por detrás con fuerza. No se movía, respiraba agitada contra su oreja, estaba calentando la situación y por consecuencia a ella también.-Regina, esto... esto-. Le temblaba la voz –Esto no se puede... yo...-. La giró sobre sus zapatos.
-"Tu novio es una mierda"-. Moduló tan lento que le entendió perfectamente. Como buena mujer debería defender a Killian, su chico, pero no lo hizo y no sabía si era por la excitación del momento o porque también lo pensaba así –Em-ma-. Susurró contra su oreja ¡Era tan ardiente! Su voz era ronca, una simple palabra brotaba de sus labios de tal forma que la hacía enloquecer, la forma en la que modulaba su nombre y lo único que podía decir, tenía mucho significado –Em-ma...
-Regina, debo...-. Tras su antifaz blanco podía notarse la forma en la que la miraba, inclinó la cabeza para hacerle un escaneo completo, desde el cintillo de baile hasta la punta de sus zapatos, la estaba mirando con deseo –No hagas eso...
La acorraló contra el lavamanos, la apretaba con su propia cadera en una posición bastante comprometedora. Era suficiente para paralizarla mientras esta con destreza y paciencia retiraba lentamente el antifaz blanco para quedar luego a rostro descubierto y con pelo despeinado. Emma jadeó, era atractiva, demasiado incluso sin todo lo que tenía encima. La deseaba, le gustaba, no le importaba su clase social ni lo molestosa que podía ser algunas veces, estaba "inmoralmente" vuelta loca por ella. Pero antes de decir algo (y como si la morena adivinase sus palabras de "no") le tomó la barbilla y en un movimiento rápido se acercó a su boca como si fuese lo único que quisiera beber en ese momento. Creyó que Emma pondría resistencia pero con un gemido de satisfacción se sujetó de su cuello con ambos brazos y respondió ese contacto con tanta pasión que creyó que derretirían todo lo que tenían alrededor. Hace tanto que quería repetir esto ¡Ella besaba exquisito! Sus labios calientes dentro de su boca, su lengua húmeda y juguetona, el perfume que llevaba puesto y el cuerpo tras su traje de bellydancer.
Por su parte la rubia podía sentir contra su propio traje, el cuerpo de Regina temblar por la excitación. Gemía y volvía a gemir porque era increíble que con solo besos y unos roces sintiera tanto placer. Con cuidado Regina la dejó sobre el mueble del largo lavamanos, abandonando su boca aun en la protesta para encargarse de su cuello.
-Regina...-. Gemía excitada, la forma en la que succionaba su piel, en la que su lengua lamía, era para volverse más loca -Dejarás marca.
-Em-ma-. Volvía a susurrar contra su oreja, inhabilitando cualquier intento de oposición. De cierta forma el vestido resultaba molesto, estaba recargando todo su cuerpo y peso en Emma. Con movimientos acompasados rozaban sus caderas, seguían con ropa y degustando los labios de la otra, la fricción, los jadeos y el calor las excitaba más. Podía hacerle el amor aquí mismo pero eso implicaba tantos problemas, además no era una animal, bueno, no tanto. Apoyó su frente con la de ella que estaba húmeda, ambas eran masas temblorosas de deseo e hipersensibles.
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Mi Cenicienta (Swanqueen)
FanfictionUna chica rodeada de lujos necesita que la atiendan, necesita ser tratada como una flor y una princesa o así toda su vida a Emma Swan la habían criado, estando en un prestigioso colegio para "niños adinerados" Emma era la chica más respetada y admir...