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Corrió y dobló por esa calle. Su corazón estaba agitado y temía lo peor, como en esa noche. La lluvia había dejado de caer. Un nudo se formó en su garganta cuando vio que en esa calle había un montoncito de gente, su corazón empezó a latir con mayor rapidez.

-No, no, no, no, no me puedes dejar Tae, tú no, tú no... -Esas palabras casi no tenían entonación y eran difíciles de escuchar - ¡TAEHYUNG! –gritó desesperado acercándose a ese pequeño montón de personas que estaba allí reunidas de curiosas. La gente lo volteó a ver y le dio el paso hasta los chicos que estaban en el pavimento.

La gente en ese momento parecía estorbosa y odiosa, solo quería llegar en el centro para ver a los dos chicos que según las personas murmuraban estaban heridos, mientras más avanzaba su respiración resultaba pesada y entrecortada, su corazón empezó a doler y arder por angustia, siguió avanzando hasta reconocer a ese cuerpo en el pavimento a mitad de la calle, corrió allí como el relámpago que se hacían en esa noche.


Estaba inclinado ayudando a recoger los utensilios que un joven repartidor que resbaló por la lluvia, preguntando y afirmando que el otro no este herido hasta que escuchó una voz que lo llamaba. 

Él lo jaló y rodeó sus brazos con fuerza, respirando casi de alivio, miró cada parte de su cuerpo para verificar que no esté herido.

El castaño solo veía su rostro lleno de preocupación y algo de tristeza, misma que lo confundió.

-Taehyung ¿Estás bien? ¿Tenemos que ir al hospital? – el menor negó-

-No tengo nada Hoseok... estoy muy bien... pero...

Hoseok se llevó el susto de su vida, temía que el destino fuese tan cruel y le arrebate de nuevo lo que más quería. Lo tomó de las manos y lo jaló no fuertemente, pero apresuradamente a la mansión.


Taehyung había salido de la mansión con el corazón dolido, algunas lágrimas y huyendo cuando de repente empezó a llover, pero su atención en huir fue frenada al ver que ese chico derrapó su bicicleta cayendo con todos sus mandados, aún con la lluvia lo fue a ayudar.

La lluvia había cesado y algunos vecinos terminaron de ayudar a ese joven.

No estaba pensando en Hoseok en ese momento, pero al escuchar pronunciar su nombre y verlo con una cara indescifrable, no se negó a él.

Ahora estaba siendo llevado por la cálida mano de Hoseok, no sabía qué pasaría, pero si ese era el fin, quería sentir un poco más su tacto.

Llegaron en la mansión y entraron a la sala, olvidando que estaban completamente empapados, el primero en hablar fue el pelinegro.

-No te irás, no me puedes dejar Tae, no te irás de mi lado...- Taehyung escuchó esas palabras firmes, no entendía a qué quería llegar el pelinegro, palabras claras, pero al mismo tiempo no lo eran, por lo que se empezó a poner nervioso-

-Ho... seok... no quiero que me lastimes más... tengo que irme...-tartamudeó por la mirada intensa sobre él-

-No sabes lo mal que me puse, cuando pensé que estarías allí herido o peor muerto- los ojos del pelinegro adquirieron un aire profundo y lastimero-

-P-pero... -el menor intentó hablar, pero Hoseok continuó- Te busqué por todos lados, me desesperé de no haberte encontrado. Sabes salí con la tormenta cuando pocas veces lo hago, corrí hacia ti Taehyung -hizo una pausa- Hay algo que no sabes -tomó un hondo respiro- Hace dos años estaba comprometido con mi novia, ella se llamaba Tiffany, la amaba mucho... Ella murió, en esa calle donde estabas, ese día también está lloviendo y había relámpagos – rió falsamente- El destino quería jugar conmigo de nuevo...

Esa revelación el menor no se la esperaba.

"Hoseok estaba comprometido... ella se llamaba Tiffany... ella murió..."

El menor abrió los ojos, estaba tan metido en sus propios sentimientos, que no se paró en pensar en los ajenos. No era normal que no saliera en días de lluvia o haberse espantado el día que se disfrazó de fantasma, le temía más a la tormenta que a lo paranormal. Fue cuando le pidió por primera vez que lo acompañara a dormir. Ese día amanecieron fuertemente abrazados como si él necesitara reconfortarse.

Hoseok se había enamorado y lo perdió todo, ¿Cómo podía seguir así? Después de perder a su prometida, era obvio que le resultara difícil aceptar a alguien en su corazón.

-Yo lo siento – agarró su húmedo brazo y bajó la cabeza con tristeza-

-No lo sientas Tae, no sabías, nunca te dije. Sabes enterré mi corazón junto a ella. ¿Entiendes? – el menor asintió, no tenía la menor idea del dolor que le estaba causando al mayor. Ahora lo entendía, iba a escucharlo, consolarlo, e irse para que los dos dejen de sufrir-

-Yo igual no sabría qué hacer si te pasara algo, eres muy importante para mí y te amo. Ahora entiendo todo y me disculpo por no conocer sobre tus sentimientos. Pero descuida no te obligaré a corresponder los míos. Está todo bien Hoseok. No quiero hacerte más daño - el mayor escuchó cada palabra, pero no había terminado de hablar-

-No entendiste nada Tae - el chico se estremeció por esas palabras- Me haces daño... Pero no de la forma que crees. Te dije que mi corazón se fue con Tiffany... Pero en realidad ha estado contigo desde la primera vez que vi, me enamoré de ti desde que te vi dormir en ese sofá, soy un tonto por guardármelo y no creer en mis sentimientos. No quiero hacerte daño, todo lo que pasamos fue sincero y sí, te trate como mi todo. No quiero que me hagas daño... Solo acéptame Tae.

Hoseok tomó el mentón del menor, lo miró y vio sus lágrimas saliendo- ¿Por qué lloras Tae?

El menor agarraba su ropa, pensó que nunca iba a pasar, pero allí estaba escuchando cada palabra y su corazón latiendo por él, la manera más bonita para decirle que lo ama.

Lo amaba mucho.

El mayor se acercó a su boca y unió sus labios con los suaves del menor. No podía aguantar más tiempo estando lejos de él, empezó un lento y dulce movimiento en los labios del castaño, estaban calientes y húmedos por la lluvia fría que hubo. Cada suave labio tomado era un toque eléctrico que iba directamente a su estómago haciendo brotar sentimientos que claramente pertenecían al querer, proteger y amar, tan hermoso que hacían que su corazón latiera amenamente feliz.

Estaba de verdad enamorado.

El menor puso sus manos en el cuello del mayor y este tomó suavemente su cadera, Taehyung abrió mas su boca para invitarlo adentrarse en él y así lo hizo, el calor compartido ahora era una necesidad de estar unidos a otro nivel. Se despegó de esos labios y lo miró sonrojado.

"Tierno"

Besó cada mejilla, sus ojos y su frente.

-Tae, ¿Entendiste lo que dije? –el menor asintió- Te quiero no como amigo, quiero que seas mi novio y quiero que aceptes quedarte a mi lado, no quiero dejarte ir.


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Por un poco me linchan por lo que le pase a Tae, Pero vinieron tiempos mejores ¿Ven? ¿VEN?

Ya estamos por llegar en la recta final

¿Cómo se sienten no están felices?

Rabitta

El chico solitario (HopeV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora