Mara #1

13.*

Mara trato de conciliar el sueño más de tres veces, pero lo único que lograba era dar de vueltas en el sofá, miró el reloj de la pared que marcaba las 3:00 a.m. Se levantó a la cocina y buscó los vasos en la alacena. Encontró su reflejo en un espejo al final del pasillo; se acercó a él,  se dio cuenta que la puerta de la recamara de James estaba abierta, el chico estaba en una posición extraña abrazando la almohada y besándola, tuvo que llevarse ambas manos a la boca para no dejar escapar la risa.

 Dio la vuelta para toparse con la puerta de Erik, se paró en la entrada y vio el montón de papeles pegados en la pared, su escritorio hecho un desastre, su ropa tirada y un póster gigante de los Rolling stones . Mara arrugó la nariz pues nunca pensó que le gustara el rock, en realidad no había tenido ni un momento para pesar en él ¿Por qué lo haría?

Erik estaba acostado boca arriba, dormía con una básica blanca y en boxers, tenía un brazo tapando sus ojos y los labios medio abiertos. Mara pudo darse cuenta que tenía un tatuaje en su brazo, no alcanzo a distinguirlo. En la pequeña mesita de su lado vio un portaretrato color plata, se agachó para verlo mejor, era Erik con un traje negro, se veía realmente atractivo y junto una chica rubia, con un peinado y maquillaje perfecto: su novia. 

Mara se levantó y caminó de puntillas hasta el sillón, se abrazó las rodillas en modo de ovillo y después de un rato se quedó dormida. Su despertador sonó a las seis de la mañana, el apartamento estaba tan silencioso y un rayo de luz se escapaba por las persianas de la ventana, las abrió con cuidado, recogió las almohadas y las sábanas para doblarlas perfectamente. Los caseros seguían en su profundo sueño, no se acercó a verlos, simplemente preparó la cafetera, pensaba dejarles el café hecho, es lo menos que podía hacer. Se puso de nuevo el vestido seco, agarró su cabello, metió la ropa de Erik a la lavadora, busco un post it y escribió rápidamente una nota que terminó pegaba encima de la cafetera.