Tocó todos los timbres delante de él, desconocía en cuál departamento vivía Mara, nada le quitaba con intentarlo. La puerta principal se abrió y una chica de tez blanca, cabello castaño hasta la cintura se cruzó de brazos molesta.
–Estoy buscando a Mara, sé que vive en este edificio.
–¿Y no sabes cuál es el número de su departamento? – Entrecerró los ojos, Erik negó –Típico de Mara.
¿Qué rayos estoy haciendo aquí?
– Tienes suerte de que solo sean cinco departamentos y que la mayoría de mis vecinos esté trabajando. Mara está en la universidad.
– Bien ¿Cómo a qué hora llegará?
–No sé si venga temprano – Se rascó la parte trasera de su cabeza – No suele estar en casa por las mañanas, si quieres buscarla deberías venir en la noche.
Lo se
– ¿Podrías decirle que vine? – Que idiota ¿Por qué mejor no iba a buscarla? ¿sería imprudente?
– Aja claro –sonaba desinteresada – ¿Quién eres?
– Erik, un amigo.
Ramona abrió muy bien los ojos sorprendida, estaba a punto de decirle que pasara, tomarán el té mientras esperaban a Mara, Ramona salió de sus pensamientos y le sonrió curiosamente.
– Descuida, yo le avisare.
Erik asintió y desapareció.
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Mara #1
PoetryEra bella, elástica, con una piel tierna del color del pan y los ojos de almendras verdes, y tenía el cabello liso y negro y largo hasta la espalda y un aura de antigüedad que lo mismo podía ser de Indonesia que de los Andes. - Gabriel García Márquez