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La mañana siguiente los ruidos de la cocina hicieron que Erik se despertara. James abría una caja de té, miró a Erik de reojo y le sonrió. Se sentó en el banco y desde ahí pudo notar la ausencia de Mara. 

– ¿Té? – Le preguntó Erik a su amigo – ¿Te encuentras bien?

– Pasar tanto tiempo en casa de Tanzie hace que me acostumbre a sus gustos – Hizo una mueca – El té de manzana con canela es muy bueno en realidad. 

–El té es una mierda Jamie y lo sabes – Arrugó la nariz – Es solo agua con hierbas y esencias. 

– Ya ¿quieres café entonces? – Erik asintió, James miró hacia el sofá – ¿Sigue yéndose por las mañanas?

– ¿Quién?

Trataba de sonar despreocupado, pero tanto como James y él sabían que era inútil, sabía de quién hablaba, aunque quisiera olvidarlo era imposible. 

– Tu y yo sabemos quién es la única que llega por las noches y desaparece en las mañanas. La extraña que nos pidió asilo. 

– Si, supongo que sí – le restó importancia a la conversación ocupándose en otra cosa. 


~


Mara se encontraba sentada en las bancas de desayunos de la facultad, hojeaba por milésima vez el amor en tiempos del cólera, pues aun no terminaba de leerlo, sintió que una sombra le tapaba el sol. 

Nate se sentó a su lado.

– Oye Nate quería hablar contigo – Cerró el libro y se volvió para poder prestarle atención – Acerca de nosotros.

– ¿Qué hay de nosotros? – Entrecerró sus ojos

– Exacto, no hay un nosotros – Sonrió tratando de aligerar el ambiente – Quiero terminarlo, simplemente ya no quiero que sigamos viéndonos. 

– ¿P... Pero qué pasa? – Nate trató de acercarse a ella preocupado de haber hecho algo más – ¿Hay alguien más?

Tal vez.

Si, lo había.

¿Era tan siquiera posible?

– ¿Por qué haces esa cara? – Mara entrecerró los ojos.

–¿Es enserio?

– ¿Cómo que si es enserio Nate? Ni siquiera es como si estuviera terminando contigo. 

– Lo sé - Negó con la cabeza un poco triste – Pensé que nos estábamos llevando bien, en verdad me gustas. Supongo que no hay nada que pueda hacer ¿O si?

– Gracias. – Apretó su hombro apenada. 


  ~ 


Mara subió las escaleras corriendo, se acomodó el cabello detrás de las orejas, tocó el timbre del departamento repetidamente. James abrió la puerta, llevaba una diadema con un micrófono, su negro cabello estaba alborotado y su camiseta de HALO. 

– Oh, hola Mara – Ella le sonrió y pasó a un lado de él – Tenía tiempo que no te veía.

– Lo mismo digo, estoy segura que en casa de Tanzie no hay videojuegos – Negó decepcionado – Aun así lo siento, esta es tu casa y por mi culpa no puedes estar aquí ¿Esta Erik?

–No es tu culpa, aunque no sé por qué tú y Tanzie tienen problemas y si, está en su habitación.

Mara sonrió, se disculpó con la mirada y caminó hasta el cuarto de Erik apresurada, la puerta estaba cerrada, no se molestó en tocar, la abrió. 

– ¿Qué quieres James? – Dijo Erik sin apartar la mirada del libro que leía. 

– Lo que pasa es que no soy James.

Mara #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora