19.*

1K 46 3
                                    


Mara y Erik estaban tumbados en la cama mirando la línea de estrellas del techo, llevaban bastante rato así. 

–Tengo una cita – Le dijo ella entrecerrando los ojos.

–Lo sé.

Erik no sentía  celos, claro que le encantaba Mara y le hubiera gustado mil veces besarla de diferentes maneras en ese momento, pero cada quien tenía su vida y por más que ella estuviera ahí ni siquiera sabría cómo llegar a su corazón. Mara se incorporó y alisó el vestido con las manos, puso un mechón de su cabello detrás de la oreja y se asomó al balcón. 

Erik no se movió, solo la miraba con curiosidad.

Abrió la puerta; el viento hacía que su piel se pusiera de gallina y el cabello se le revoloteara.

–Escuché una canción en la radio en la mañana – Lo miro con una sonrisa – No puedo dejar de pensar en ella, es muy reciente.

– ¿Cómo se llama? – Le preguntó Erik recargándose en su brazo y deleitándose con la vista. 

– No lo recuerdo – Soltó una risa y se abrazó así misma por el frió.

–Puedes cantarme la parte que recuerdes.

Mara se encontraba bailando descalza, con su viejo vestido holgado que le llegaba arriba de la rodilla, su corto cabello negro esparcido por todo el rostro, creando un aura mágica. Erik pensaba constantemente que era como un sueño, pero no lo era, aunque Mara se iría por la mañana, como todas las mañanas, para ambos era lo mejor, porque ninguno tenía espacio en la vida del otro.

Era tan hermosa bajo la luz de la luna, la cual resaltaba su palidez. Jamás creyó que la desconocida de la espalda descubierta  del restaurante terminará bailando tan ligera en su habitación. Se detuvo y ruborizó al notar la mirada de él, se aventó y  la atrapó poniéndola de nuevo al lugar donde estaba recostada.

- Será mejor que me vaya – Arrugó. 

–Bien.

Mara sonrió tristemente y se levantó. 

Erik se puso una almohada encima de la cabeza y solo escuchó a la distancia la puerta cerrándose. 

Mara #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora