25.*

1K 40 2
                                    


Erik se sentía confundido ante la indecisión de Mara, sus ojos avellana se oscurecieron. 

– ¿Por qué no? – Él se quitó de encima de ella y se recostó a un lado cerrando los ojos.

Pasó los dedos por su cobrizo cabello despeinado y se mordió el labio nerviosa.

– Porque estas borracho – Él soltó una carcajada y se recostó mirando el techo.

–Tu también estás borracha, Mara.

– Si – arrugó la nariz – Pero esto más consciente que tú en estos momentos.

– ¿Y qué?

Mara notó las pequeñas pecas que tenía en la nariz, puso su rostro entre sus manos y le besó la nariz, él sonrió tímido. 

– Que es muy pronto – Él abrió un ojo y después lo cerró – Y no estoy en mis cinco sentidos.

Mara remarcó con sus dedos el tatuaje de Erik, era hermoso. 

– ¿No te dicen nada sobre tu tatuaje en el trabajo?

– Si, Mara – La ironia se hizo presente en la voz de Erik – Es un tatuaje permanente, no me lo puedo poner y quitar cuando quiera.

Mara hizo una mueca ante su brusca contestación, pero decidió pasarla de largo, quizá era culpa del alcohol. Estaban tan cerca que podía saborear el licor de su lengua, Mara le dio un leve empujón y se recostó en su pecho. No se iría en la mañana, lo decidió en ese momento, quería aprovechar el momento. 

– Erik – Él hizo un extraño sonido en respuesta – ¿Quieres pasar el día de mañana conmigo?

Erik escondió sus dedos en el cabello de Mara, acariciándolo, ella cerró los ojos. 

– ¿Quieres decir durante el día? Creí que eras alérgica al sol.

Mara no contestó, se había quedado profundamente dormida, Erik le dio un beso en la sien y la abrazó, embriagándose con el olor a alcohol de ambos y el olor a flores del cabello de Mara.


                                                                                                ***


La mañana siguiente unos ruidos le arrebataron el sueño a Mara. Abrió los ojos y se incorporó en la cama, ese era James y... Tanzie. Se levantó de un salto de la cama, pero la puerta ya estaba asegurado, buscó una silla para bloquear la puerta, sabia como de imprudente podía ser Tanzie, se sentó ahí y vio a Erik con el brazo tapando su rostro y la boca entreabierta, se sonrojó al notar su torso desnudo. Hurgó en las cosas de su escritorio; encontró mapas y posters pegados en la pared, un pizarrón de tachuelas con varias fotos; con James, probablemente su familia, más amigos y en la esquina una con la chica rubia. Mara sonrió deleitada por la imagen. 

– ¿Por qué mierda estás tan extraño James Sarai? – Tanzie gritó y a Mara se le alertaron los nervios. 

Se le escapó una risa  ¿tan siquiera Sarai era un nombre? Los gritos de Tanzie siguieron sonando por el departamento, Mara rodó los ojos. En el pequeño librero al lado notó un libro con un título que llamó su atención: Noticias de un secuestro de García Márquez, recordó que Erik le había dicho que lo conocía, el libro parecía nuevo a no ser por las amarillentas hojas y el olor a viejo. En una pequeña esquina encontró una polaroid, la tomó entre sus manos y se percató que era de los nuevos modelos, arrugó la frente ¿Por qué Erik tenía una de esas?

Abrió para verificar los cartuchos, cuidadosamente se acomodó encima de Erik aun dormido, los gritos de Tanzie habían cesado, solo se escuchaban risitas nerviosas y el golpe de una puerta cerrándose, Mara arrugó la nariz imaginando lo que seguía. El ruido de la cámara y la foto revelándose lo despertaron, la fotografía cayó en su regazo y ella escondió la cámara detrás de su espalda. Erik parecía confundido, tomó la foto entre sus dedos. 

– ¿De dónde tomaste eso? – Preguntó volviendo a mirar la foto.

– La encontré por ahí – Murmuró apenada .

– ¿Por qué susurras? – Él rió divertido

– Tanzie estaba discutiendo con James, después se escucharon risas y una puerta cerrándose, no quiero pensarlo.

– ¿No te sientes... algo? – Arrugó la nariz y llevó la mano a su frente – ¿Mal?

– No, tu tomaste un poco de mas.– Lo empujó levemente.

– Hay algo que puedo recordar. 

Mara #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora