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Erik quedó con James en un restaurante al lado de la facultad, estaba repleto de chicos del área de biológicas. James escribía apurado porque le faltaba casi la mitad de sus trabajos finales. 

– ¿Entonces no estaba? –preguntó con sus ojos azules clavados en la pantalla y tecleando rápidamente.

– No, salió una chica que deduzco era su amiga.

–¿Era guapa??

– Sí, supongo que estaba bien – Miraba el menú interesado – Era guapa ¿pero por qué diablos me preguntas eso? Tenía siglos que no preguntabas si una chica era guapa. 

– He tenido problemas con Tanzie.

– Diablos, ¿han terminado?

– A punto – Se metió un pedazo de pretzel a la boca.

– ¿Y por qué carajo no me has contado?

– Porque me alegra ayudarte a encontrar tu felicidad con Mara, me distrae de los problemas con Tanzie.

– ¿Desde cuándo está pasando esto? –preguntó exaltado. 

– Cálmate Erik, haces demasiadas preguntas – Erik ordenó un americano y le prometió a James guardar silencio para que le contara – Cuando Tanzie se fijó en mí fue como un maldito rayo de luz sobre mí ¿no? Porque todos ustedes se la pasaban diciendo en broma cómo era posible que se fijara en mí, porque es hermosa, inteligente y divertida. Ya sabes, el gordo friky de James sale con una chica que estudia artes. 

Erik tomó su taza y miraba a James sin decir alguna palabra, pues tal vez el chico necesitaba desahogarse y estaba ayudándolo todo este tiempo, era lo menos que podía hacer

– Yo solo podía hablar de las chicas que mi avatar tenía en GTA, después conociste al pedazo de mujer que era Ágata y los demás seguían teniendo sus cosas con las chicas mas buenas del instituto –alzó las manos y volvió a bajarlas –. Las mujeres son tan lindas, comprensivas y buenas al principio, pero al paso del tiempo te das cuenta del verdadero monstruo que han ocultado y te alejan, eso pasó con Tanzie, ella puede ser un bombón, la quiero, pero últimamente es insoportable.

– Oh Jamie no sabía, en verdad lo siento – Le apretó el hombro.

– Da igual sabes. Me preocupa más por el momento hacer que recuperes a Mara.

– Nunca fue mía –entrecerró los ojos.

– ¡Vaya hombre! Eso sonó tan posesivo, procura no hablar así delante de ella si no tendré que poner una orden de restricción.

– Lo siento –negó nervioso con la cabeza – No trataba de decirlo de eso forma ¿A qué te refieres?

–Mara es una chica especial –James mordió la goma del lápiz – es un alma libre, probablemente una de las razones por las que no tiene un novio o una relación es porque no le gusta que los chicos traten de ser posesivos con ella.

Afortunadamente el café no se le salió a Erik de la boca ¿desde cuándo James se había convertido en un experto en el amor? O aún peor ¿experto en chicas como Mara? Solamente insistió y dejó que siguiera charlando, tal vez algo de esto le funcionaria. 

–Entonces si tu llegas con tu maldito romanticismo ella se sentirá amenazada y se alejara porque la verdad dudo que quiera que le recuerdes todo el maldito tiempo lo idiota que te trae, creo que con tan solo verte la cara te das cuenta –. Erik soltó una risa y levantó las manos en modo de rendición.

– ¿Entonces como le doy a demostrar que me interesa? Además si se lo digo no sucederá nada.

– Puedes ganarte un polvo con ella – Guiñó un ojo.

–No quiero un polvo con ella. 

– Entonces tendremos que hallar una forma de que puedas entrar en ese terco corazón.

Mara #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora