Prólogo

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21 de septiembre, 1:00 PM

El día había transcurrido completamente normal. Monótono, como siempre, pero hubo algo que lo hizo mejor.

Me encontraba en el pasillo de la escuela, caminando con la vista perdida, hasta que solamente me enfoqué en algo... más bien en alguien, en ti. Te vi entrar a ese salón que ahora no se me va de la cabeza: el aula 28, grupo G.

Tampoco se me olvidan tus ojos, esos ojos cafés con la mirada profunda como el océano. Y, oh por Dios... esa sonrisa, lo que la haya causado debe de significar mucho para ti, ya que irradiabas alegría.

Ahora me encuentro pensando en ti, pero vamos, que me haya pasado algo así no es posible dejar pasar de largo... aunque no sé qué vaya a suceder, por el momento me siento feliz.

Darling, DarlingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora