Isaac
Gotas de lluvia caían del cielo hasta golpear mi piel de una forma dolorosa. Dichas gotas parecían granizo, pues puedo asegurar que dejaron moretones. Inmensos rayos y horripilantes truenos acompañaban al diluvio, haciendo la escena un poco más deprimente.
Sé bien que a las personas las podemos perder en cualquier momento, pero nunca me imaginé que sería así de pronto, ni siquiera pude decirle lo que en verdad sentía. La muerte me lo arrebató para aprender mi lección... eso lo puedo comprender, incluso de mejor manera, no era necesario castigarme así.
Gotas de lluvia me empapaban la ropa mientras caminaba hacia aquel lugar de descanso. La culpa no me dejaba dar otro paso más, cada que daba uno se sentía como si en vez de pavimento pisara arenas movedizas. La pena me consumía a más no poder y no podía hacer algo porque ya es demasiado tarde.
Continúo caminando, ahora acompañado de Luke, pues al parecer me estaba esperando en una calle que él sabía que yo iba a pasar caminando por ahí. Tanto tiempo y nunca pude aprender bien a cómo hacer las cosas de la forma correcta. Tal vez no quería ver mis errores, no quería admitir que los tenía y ahora que los reconozco, no importa, pues todo a mi alrededor se está convirtiendo en polvo.
Gotas de lluvia inundaban mis ojos al ver aquel pedazo de piedra situado en un césped, con las palabras "Cole Lington, Q.E.P.D., 2004-2020". Mi corazón se quebró, se partió en mil filosos pedazos que me desgarraban por dentro. Me acerco más a la tumba, la toco y le digo:
—Cole, sé que llevé todo al límite, que a veces me apresuraba en algunas cosas y en otras veces me echaba para atrás y yo, yo no te daba el tiempo necesario para que lo procesaras todo. Me dejé llevar por ideas mías, por los prejuicios, por los pensamientos que me llegaron a atacar... me cegué ante todo eso y no pude ver la realidad.
—Ahora, estás más alejado que nunca, y puede que hubiera sido mejor que el que se alejase fuese yo. Perdóname, Cole, por favor, fui yo quien estalló esta bomba e hizo que todo se viniera al abismo. Esa no era mi intención, en serio.
—Bésame antes de que te vayas y me dejes solo. ¿Recuerdas aquella noche en época navideña donde nos quedamos hasta la media noche para ver los fuegos artificiales? Ese día, tus ojos brillaban más que nunca y yo adoré eso. Eres lo mejor que me ha pasado. He disfrutado cada grande y pequeño momento contigo. Te extrañaré como no tienes idea, Lington.
—Sé que así no es como te hubiera gustado que todo terminara, que te hubiera gustado estar mejor. Antes de que te vayas, quiero decirte que te quiero y siempre lo haré, lo repito, eres lo mejor que me ha pasado. Fue todo un gusto haber coincidido en la fugaz vida contigo. Espero que descanses y que seas feliz donde sea que estés. No me olvides, porque yo no lo haré.
—Nos volveremos a ver, te lo aseguro, y te atraparé del otro lado.
—Te veo en el alba, Cole.
Me tumbo a llorar en su tumba. Su cara sigue en mi mente y me da miedo olvidarla, no puedo permitirme eso, te mantendré aquí, hasta el fin de los tiempos.
—El día que te perdí, me perdí a mí mismo y ese día, fue el más oscuro de todos.
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Darling, Darling
RomansaCaigo en pedazos al estar contigo... Nervios. Mis piernas empiezan a temblar... Es inevitable; tu sonrisa, mirada y ojos... ¿Cómo lo hace? Yo te quiero a ti, sólo a ti y a nadie más... Me pregunto, ¿pensará en mí como yo pienso en él? Porque sí, est...