Capítulo 3. Brillo

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Me encontraba con Dalia y Luke, de nuevo en tu salón, tú estabas ahí, te vi y todo parecía ir tan bien...

Esos ojos cafés que me dan un pequeño aliento para ir a clases... Los vi brillar y volteé a ver qué ocasionaba ese resplandor. De un momento a otro la vida me resultó ser de color gris, te encontrabas viendo a ella, una chica rubia y guapa... Yo, no podía delatarme, solamente regresé a la conversación de mis amigos y puse una sonrisa, seguro fue la más falsa que haya hecho.

El tiempo pasaba y tú seguías ahí, al menos la chica se había ido y... ocurrió algo fenomenal:

Hola —estaba temblando, ¿estoy despierto?, ¡me está hablando!—, disculpa, ¿tú eres Cole, verdad?

S-sí —no tartamudees, estúpido—. Soy yo.

Oh, muy bien. Gracias. Adiós.

Recuerdo que lo único que hice fue voltear hacia donde estaban los chicos, abrí los ojos, no podía hablar. Los tres compartíamos la emoción, ¡me habló!, sabe (y se sabía) mi nombre. Ahora me pregunto, ¿por qué te lo sabes? Nunca nos habíamos hablado, y ¿por qué lo querías confirmar?

Si te soy sincero, esa noche no podía dormir de los nervios y por todos esos sentimientos que se liberaron con unas pocas palabras. Fue asombroso.

Darling, DarlingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora