Capítulo 7. ¿Invitado?

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Me enteré que harías una fiesta en tu casa, en la cual sólo algunos estaban invitados. Por un momento tenía el presentimiento de que yo iba a ser uno de esos afortunados, pero no ha sido así. Todo mundo habla de esa fiesta, incluso los que no han sido requeridos se te pegan, en cambio yo no. Quiero que lo hagas porque te ha nacido, no porque te has visto forzado, prefiero que salga ese sentimiento desde tu corazón.

Al cabo que aún quedan 4 días. Es bastante.

La tarde ha sido tranquila, no te he visto y me alegro de eso. Hay días en los que no quieres estar mucho tiempo con personas y hoy es uno de esos, ni siquiera con amigos de mi salón. Es extraño, pero a veces me pasa.

Hoy tocó entrenamiento de americano, sólo fui a verte y sé que notaste mi presencia, hasta puedo llegar a decir que se te subieron los ánimos. Al acabar, vi que tenías la intención de hablarme, pero tus amigos te detuvieron por un tiempo y es donde aproveché para huir, no quería charlar, ahora no, tal vez lo hubiera arruinado con el humor que traía. ¡Debo dormir más maldita sea!

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Cuando las clases acaban, me dirijo hacia mi casa caminando. Conecto los audífonos y estaba a punto de ponérmelos, pero...

-Hola -es él, ¿caminando?, según yo, él tenía un automóvil...-. ¿Qué tal todo?

-Genial, de maravilla.

-Qué bien -ningún rastro de la invitación, ni modo.

-Nunca te había visto que caminaras a casa.

-Bueno... -se quedó callado, ¿por qué?- S-se ha averiado mi auto...

-Oh... -qué extraño, pero bueno.

Me acompañó más o menos por dos cuadras, después seguí el camino solo, y solamente una cosa se ha quedado en mi mente: no me dijo nada, no me lo comentó siquiera.

Darling, DarlingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora