Capítulo 27

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-¿Qué demonios haces aquí?

Ambos ya se habían acercado, y aunque fue muy a regañadientes por parte de Zayn, terminó acompañando al Styles a tomar algo en un pequeño puesto cercano. Quizás solo sería una soda o un refresco, porque necesitaban que al pelinegro se le bajara el nivel de alcohol para hablar.

-Oye, tranquilo. También me alegra mucho verte.

Dijo sarcástico Harry ante la gran interrogante de Zayn. No porque no se alegrara de verlo, sino, porque al parecer al Malik no se le hacía muy linda la idea de reencontrarse.

-No me da gusto verte.

-Sí. Eso lo noté, no hace falta decirlo.

Les trajeron sus refrescos,  Zayn pidió de uva y Harry eligió de fresa. Mientras abrían las botellas, el ojiverde podía sentir la mirada confusa del pelinegro, seguro estaba esperando que hablara, así que bueno, no tenía nada que perder.

-Te vez bien. –Dijo.

-Cierra la boca, Harry. –Gruñó el Malik.

Una de las razones de su mal humor era la jodida resaca que empezaba a molestarlo, ya estaba más consciente y el dolor de cabeza no tardo ni un segundo más en aparecer, logrando que sintiera como todo le explotaba. Y por segundo ¡Harry Styles estaba frente a él! Es decir, él esperaba no volvérselo a encontrar… jamás.

-Bien, esperaré a que preguntes, entonces.

El chico ante sus ojos lo miró, sonriendo, mientras apoyaba su cabeza en su mano, y esta en la pequeña mesa donde estaban sentados juntos. ESE era Harry Styles, un niño engreído que siempre conseguía todo por su maldita cara bonita, sus rizos perfectos y sus ojos verdes, aunque claro, también influía su buena capacidad de extorsionar a las personas.

-¿Qué haces aquí? –Preguntó Zayn, entre dientes.

-Oh bien, la curiosidad mató al gato ¿No, Zayn?

-¿Puedes dejar de joder de una vez?

-Tan tierno como siempre.

Harry acercó su mano para acariciarle su mejilla, pero al instante el Malik movió la cara, evitando el simple toque de ambos. El Styles bufó y soltó un largo suspiro.

-Bueno ¡Adivina! No se me da la gana de decírtelo.

-¿Qué?

Algo frustrado, se levantó con fuerza de la mesa, golpeando la palma de su mano contra esta, Harry solo lo observaba con ojos de borrego, ¡Era un maldito!

-Asustas a los demás.

-¿A qué viene este estúpido juego, Harry? Yo no pienso volver.

-Wow. –Al ver que Zayn no se sentaba de nuevo, el ojiverde se levantó también, dándole el último sorbo a su refresco. –No te adelantes, Zayn. Para que lo sepas, yo tampoco estoy en eso ya.

-¿Entonces qué haces aquí?

-Lo mismo que tú, huir como un cobarde.

-¡Yo no estoy huyendo!

-Claro que no. –Bromeó. –Pero mira, tengo una idea, mañana en…

Rápidamente Harry se acercó al vendedor pidiéndole algo. Luego recibió un papel, una lapicera, apuntó algo y regreso a su lugar, como si nada hubiera pasado.

-Decía, mañana, en esta dirección, a las siete ¿Vienes?

-¿Qué te hace creer que iré?

-Eso es simple.

Dio unos pasos hacía el frente y tomo la mejilla de Zayn, sin importarle si a este le gustaba o no. Se acercó hasta su oído solo para ronronear, muy suavemente “Eres el gato curioso, Zayn”. Después de decir eso, se alejó antes de que este reaccionara.

-Bueno, fue divertido. Tú pagas.

-¡Espera, Harry!

Pero ya se había ido del lugar.

*

Cuando llegó a su casa, su madre lo esperaba como siempre, preocupada. Pero él solo le dijo que estaba bien y tenía sueño. Aunque no era verdad, ahora solo pensaba en ese raro reencuentro, estaba seguro de que si se lo decía a su madre, ella sería muy capaz de decirles que se muden de nuevo, o hasta quizás podía darle algo.

No. Harry ahí no traería nada bueno. Pero la pregunta principal era

¿Iría?

My Bad Guy (Ziam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora