•Conociendo el amor• [NEWTINA]

Un contrincante,tal vez.

—Cariño vamos, te invitó un té por todo lo que te hice pasar.  –dijo algo avergonzada la Auror mientras se mordía el labio.

—¿Estuviste llorando anoche? .  –Preguntó con curiosidad mientras le tomaba la mano para caminar con ella. 

—Algo...  –respondió la bruja mientras lo miraba de reojo. 

—¿Sabes querida?, mi intención nunca fue hacerte daño de esa manera, es solo que, con ese tema tenemos opiniones muy distintas y de verdad siento que tu manera de verlo no es la correcta.  –Caminaba junto con ella hasta el casino del lugar.

—Lo sé, pero es que no puedo dejar mi vida aún, para hacer otra en un país extraño, y lo de Queenie siempre me a dado temor, yo soy Auror y se lo que pasaría si los descubren. –Se puso en frente del mago mientras lo miraba.

—Tina realmente no nos podremos entender nunca en ese tema.  –suspiro pesado mientras miraba a otro lado.– Tú misma dices que te da temor lo de Queenie, entonces con mayor razón deberías protegerla, pero por sobretodo entenderla.  Y lo tuyo, sería igual o quizá incluso mejor, sabés que Theseus hablaría por tí en el trabajo. 

—Si vamos a discutir no quiero hablar más del tema, por favor.  –lo tomó por las mejillas mientras lo miraba de manera fija.– Solo te digo que lo pensaré. 

El mago solo sonrió y asintió con la cabeza satisfecho, miro a su alrededor y besó sin ningún problema a su novia, después de quedar sin aire se separaron pero aún así el Magizoológo seguía dando cortos besos en los labios de su novia. Reían juntos y abrazados en las afueras del comedor, cuando alguien los interrumpió.

—Tina...  ¿Así que ustedes...  –Percival Graves iba saliendo del comedor con un café en la mano cuando vio al mago y la bruja besarse.

—Oh lo siento, Sr. Graves.  –la bruja sonrojada se alejó de inmediato de su novio e hizo un ademán de disculpas a Percival, quien en su mirada se veía algo nostálgico. 

—Tranquila, pero te recomiendo que se lo digas a Seraphina, sabes que no le gusta enterarse de las cosas por rumores.  –Graves dio una mirada en forma de saludo a Newt y se fue de ahí.

—Siempre que esta el Sr. Graves presente te escucho pedir disculpas o decir lo siento.  –arrugó su nariz en forma involuntaria y volvió a tomar la mano de Tina.

—No Newt, no hasta que hable con Madame Picquery.  –dijo decidida.– No besos, no abrazos, no darse la mano y menos tratarnos con apodos, solo por nuestros apellidos. 

—Volvió la Auror y se fue mi novia, ya entendí, estoy en New York específicamente en la MACUSA.  –musitó el Magizoológo haciendo reír suave a la bruja, entraron finalmente al comedor para poder pedir un té y café y poder conversar mejor.  Realmente no hicieron más que entrar ahí cuando un par de chicas y un chico se acercaron a Newt, haciéndole miles de preguntas sobre el libro y las criaturas. Tina miró extrañada la situación, no estaba acostumbrada a ello, y solo le hizo señas a su novio de que iría a comprar y luego a sentarse. 

—Sr. Scamander, usted estaba comprometido con una Lestrange, ¿acaso aún piensa casarse? . –Preguntó una Auror bastante coqueta para el gusto del Magizoológo. 

—Yo no estoy comprometido, era mi hermano. El periódico escribió mal la notícia.  –respondió con la cabeza casi hundida en un libro que le había pasado alguien para firmarlo. 

—Ay chicaaaas, ¡Esta solterooooo!  –dijo una joven Auror algo exaltada.

—¡Claro que no!..  –aclaró su garganta al ver que había hablado muy fuerte, Tina que lo observaba de lejos rió de manera suave al verlo así.– No estoy soltero.  Ahora, permiso...  –como siempre el mago inglés era cortes hasta con quien no se lo merecía, se abrió paso hasta poder sentarse junto a su novia.