Regresó... tal vez.

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La tarde pareció pasar de manera rápida, Tina y Newt ya estaban listos, él en un traje negro simple, zapatos igualmente negros, sentando en el sofá debatiendo con el moño de corbata en su cuello, no estaba acostumbrado a vestir así pero Abigaíl quería una fiesta en que todos estuvieran de manera 'formal'. Ella, se miraba al espejo por décima vez, necesitaba a Queenie, había aplicado un hechizo simple de maquillaje y creyó que se veía bien y con las miradas continuas de aprobación que le daba su prometido más convencida se sentía, solo algo la hacia dudar un poco, que se viera su espalda, tal vez era demasiado. 

—Cariño disculpa por demorar tanto, es solo que...  –negó con la cabeza mientras que con un simple movimento de varita acercaba sus zapatos de tacón hasta ella– Ya sabes, no acostumbro a esto. 

El mago despejó de sus pensamientos y clavó toda su atención en la bruja, la escuchó tranquilo y paciente mientras seguía en su tarea de aflojar un poco la corbata con sus dedos.

—Querida, no se cual de los dos se siente menos a gusto.  –Comentó con voz divertida– Pero oye, ¿que te hace pensar tanto?.  –se acercó a ella y al tenerla en frente le arregló el cabello detrás de la oreja– No creo que haya nada que pensar, estás completamente perfecta, sin duda. 

La bruja negó con la cabeza mientras mordía su labio inferior. 

—Pienso que quizá es mucho.  –dio una vuelta rápida en su propio eje– Siento que muestro bastante, no lo sé, ¿que pensarán tus padres? 

—A mamá le encantará y estoy seguro que papá no se dará ni cuenta, además, tienes una espalda bellísima, no tiene nada de malo cariño.  –la tomó por las mejillas y le besó con delicadeza la frente.

—Además, el tema de andar con zapatos altos, de verdad que se me hace imposible resistirlos toda la noche.  –musitó suave mientras se sentaba en el sofá para poder ponerse los tacones. 

El magizoólogo se sentó a su lado y paso con suavidad su mano desde la nuca de ella hasta recorrer toda su espalda, haciendo así que la Auror le dirigiera la mirada. 

—Cuando estés cansada, te duela algo o tengas sueño, me dices y volvemos a casa, Abigaíl estará concentrada en ex compañeros del Colegio y sobretodo en el Sr. Prince, así que vamos bruja, no te sientas con esa carga.  –le beso suavemente la mejilla después hizo un recorrido de pequeños besos por su mandíbula hasta sus labios. 

Tina se volteó de manera inmediata hasta los brazos de su prometido y se quedó ahí, sintiendo ese inconfundible olor que desprendía de él siempre.  Estuvieron un momento así y después se separaron para seguir viendo las últimas cosas y el regalo que tenían guardado para Abigaíl. 

×[Finca Scamander]×
Queenie carismática y amable como siempre se encargaba del maquillaje de la Sra. Alice, de Natalie y Abigaíl, ellas estaban en la habitación de la cumpleañera, se probaban diferentes vestidos, debatían por cual se les veía mejor a cada una.  Cuando ya estaban todas listas, observaban a la chica asiática indecisa entre ponerse un vestido lila o uno negro.

—Natalie, te vez hermosa con los dos.  –afirmó la bruja rubia– Oh no querida, a Credence le encantará cualquier cosa que decidas ponerte. 

—Así que eso és.  –musitó suave la Sra. Scamander– Pequeña, en la mañana estuve hablando con ese chico, un momento en la cocina, y de verdad él espera con ansias hablar contigo. 

—Lo mismo le dije madre, pero a ella se la comen los nervios.  –comentó Abigaíl mientras arreglaba algunos mechones de su cabello. 

—Bueno, es normal...  Creo... –musitó suavemente la chica asiática volteando a mirarse al espejo, finalmente asintió con la cabeza– Esta vez, opto por el color negro. 

•Conociendo el amor• [NEWTINA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora