•Conociendo el amor• [NEWTINA]

Sospechas de bruja.

—Tina...¿estás bien?

Preguntaba el mago a través de la puerta, esperando respuesta de la bruja dentro del baño. Pasaron unos segundos hasta que la Auror decidió, y pudo, responder. 

—Estoy bien cariño, tranquilo...  Debe haber sido algo que comí que me cayó mal. 

—Si quieres podemos ir a San Mungo, podrían darte una poción o algo. 

No obtuvo respuesta inmediata, supo porqué, la bruja había dado el agua y de seguro se estaba lavando la cara y los dientes. Finalmente Tina abrió la puerta con el cepillo en la boca mientras negaba con la cabeza.

—No... Solo necesito... Dormir.  –hablaba con dificultad debido al cepillo de dientes en su boca. 

El mago que estaba apoyado en el umbral de la puerta negó con la cabeza, aquella bruja es terca, pensó. Depués de observarla por unos segundos él también decidió cepillar sus dientes. La Auror notó la mirada de regaño a través del espejo que le había dedicado su prometido, así que decidió cambiar el tema, además, ya no se sentía para nada mal, de seguro había sido algo que le cayó mal, o tal vez el té, ya que no estaba acostumbrada a tomarlo. 

—Theseus, ¿tiene algún tipo de relación con Blair?   –preguntó mientras tomaba la toalla para secarse los labios. 

—La... verdad no...  no sé.  –comentó como pudo mientras lavaba sus dientes, después de terminar se enjuago y tomó la punta libre de la toalla para secarse la cara. 

—Me parece raro, es como si la quisiera...

—Usar para olvidar...  Pienso igual, pero...

—Se ve que ella está consiente. 

—Exacto.

Sentenció el mago inglés mientras atraía a su prometida por la cintura, luego de observarla por unos segundos término por besarla, de manera calmada, cuando el oxígeno les hizo falta decidieron separarse. 

—No me gusta que seas tan terca.  –siseó por lo bajo– Pero bueno, te tengo una propuesta.

—¿Una propuesta?...  –la bruja alzó ambas cejas. 

Newt asentía con la cabeza mientras se encaminaba con ella hasta el sofá, una vez que habían tomado asiento uno al lado del otro la Auror puso toda la atención en los ojos del magizoólogo, logrando que se sonrojara un poco.

—Pensaba en que... –se rascó la nuca mientras la miraba– Mañana podríamos ir a comprar cosas para la casa...  Bueno, solo si quieres. 

Tina lo miraba con atención y sobretodo ternura, encontraba tan adorable que para todo pidiera su consentimiento, le encantaba aquel mago. 

—Me encantaría, de verdad amaría ir contigo en ese plan. 

La Auror lo tomó por las mejillas y le besó corto en los labios, varias veces, el mago por su parte se dejaba hacer como un niño pequeño. 

—Tengo que alimentar a las criaturas, ¿te gustaría bajar conmigo?  –inquirió mientras le arreglaba el cabello a su prometida detrás de la oreja. 

—¿Porque cada propuesta que me haces siento que tengo que aceptarla deliberadamente?  –hizó como que pensaba y sin darle chance a él de responder, volvió en su pequeño monólogo– ¡Ya sé!, porque te amo. 

—Y yo... te amo a tí.  –logró responder entre todos los besos que le otorgaba la Auror.

Después de estar un rato jugueteando y diciéndose cursilerías entre besos y abrazos decidieron pararse y dirigirse a la maleta, para luego de terminar poder ir a la cama.  Una vez abajo, el mago se subía las mangas para poder comenzar con su trabajo y como siempre la bruja no se le quedaba atrás, haciendo todo lo posible por ir a su paso.