•Conociendo el amor• [NEWTINA]

No de nuevo.

Lo que quedaba de la noche pasó relativamente tranquila, Tina era demasiado inquieta para dormir y Newt a su diferencia era bastante tranquilo.  A pesar de los diversos movimentos de la Auror, no soltó en ningún momento al Magizoólogo, el sol de la mañana entró delicadamente a través de la ventana dándole en la cara a los dos, se encontraban de frente, el brazo derecho del mago rodeaba la cintura delgada de la bruja mientras que el brazo izquierdo de esta misma se apoyaba en el cuello de Newt. 

Después de unos cuantos minutos Tina no aguanto más la claridad del Sol en su cara y terminó por abrir los ojos, para su sorpresa el mago británico se encontraba en un sueño profundo, su semblante estaba relajado y su respiración también. 

—No puedo creer que lo invité a quedarse..  –se mordió el labio algo nerviosa y sus mejillas inmediatamente se encendieron, aun así no se movió de su posición.

Newt comenzo a moverse en plan de despertar, arrugó su nariz para después soltar un bostezo largo,  la Auror lo miraba maravillada sus ojos brillaban casi como la primera vez que llegó a MACUSA, quizá un poco más.  Cuando vio que iba a abrir sus ojos ella los cerro rápidamente haciéndose la dormida, ésto hizo sonreír al Magizoólogo de manera evidente. 

—Así que además de Auror eres buena actriz. –comentó divertido.

La bruja se escondió entre la almohada con una sonrisa algo nerviosa, mientras sacaba su mano del cuello de Newt.  Él solo la miro de manera atenta, su estómago sentía unos nervios y quizá un miedo inexplicables, pero aún así no saco su brazo de la cadera de Tina.  

—¿E..e..estas m..más tranquila?  –preguntó queriendo lucir tranquilo pero no sirvió de mucho con ese tartamudeo evidente.–

—Más tranquila de las pesadillas si, pero la preocupación no me deja ,Newt. –decidió levantar su vista para conectarla con la del mago.–

—Lo sé, pero debes mantener la calma, regresaré contigo a New York y empezaremos una búsqueda, no descansaremos hasta encontrarla..  Hasta encontrarlos, se que también te preocupa Credence.  –le acarició suavemente la cintura, con la finalidad de darle tranquildad en ningún momento cruzó otro pensamiento por su mente.

Tina lo miro bastante sorprendida por lo que había dicho, ella pensaba que el se quedaría ahí en Londres, su sonrojo se hizo más fuerte cuando sintió las caricias del mago algo hizo que se removiera y se alejará un poco, quizá solo fueron nervios, Newt por su parte notó eso y se sento rápidamente en la cama, se sintió como un completo imbécil, tomó sus zapatos y comenzó a ponerselos.

—Espera Newt, no me mal...  –la bruja no alcanzó a terminar su frase cuando un pálido y emocionado Jacob casi derrumbó la puerta de la habitación de tan rápido que entró. Su vista se vio sorprendida por ver a sus amigos en la misma cama, pero la Carta que tenía en la mano parecía ser mucho más importante. 

—Tina...  –tomó aire para poder hablar.–  Es una carta de Queenie, aún no la leo, pero por la letra y obviamente el nombre la reconozco. 

—Damela...  –se levantó rápido de la cama y recibió la carta, Newt y Jacob esperaron que Tina la abriera y la leyera en voz alta.  Después de un rato, la bruja abrió la carta, con las manos y voz temblorosa comenzo a leer. 

«Queridos: 
Quisiera empezar por pedirle disculpas,sobretodo a mi hermana Teenie. Teenie, lo siento y te extraño bastante, la verdad es que a todos.  Pastelito,perdóname por dejarte pero yo pensaba que Grindelwald de verdad quería cambiar nuestra situación, que lo movía el amor, la igualdad entre el mundo mágico y no-maj, pero al parecer no.  Pasa todo el día y la noche explotando con preguntas a Credence (el está bien y sano,no se preocupen), a mi me lleva a reuniones con sus seguidores para que les pueda leer la mente y ver quien está con intenciones de traicionarlo.  Quiero volver con ustedes, estoy tratando de idear un plan, no se con exactitud en donde estoy.

PD: Dos favores importantes al Sr.Scamander, no deje que la lechuza vuelva y cuídela, Grindelwald podría saber que me comunique con ustedes y hacerles daño.  Y el segundo aún más importante, preocupese y cuide a mi hermana, se que con usted está en buenas manos.

    Se despide Queenie Goldstein,   quien los adora con el alma. 

Al terminar de leer la carta Tina soltó el llanto que estaba guardando desde hace tiempo, no paraba de llorar desconsoladamente mientras de vez en cuando pronunciaba el nombre de su hermana menor.  Jacob tomó la carta que había caído al piso y la volvió a guardar en su sobre, todo el era nostalgia pero a su vez sentía tranquilidad. 

—Jacob, lleva la carta con el profesor Dumbledore, de seguro el sabrá de donde viene o al menos nos de unas pistas, así también Nagini se entera que Credence está bien.  –dijo el Magizoólogo mientras se acercaba a Tina y la envolvía en un abrazo, del cual ella no se negó.–

—Newt, ella está sufriendo, lo sé, la conozco...  Necesito encontrarla.  –decía en sollozos mientras lloraba.–

—Lo sé Tina, por el momento agradezcamos que Grindelwald no le ha hecho nada y que ella se fijó que su decisión fue incorrecta, la vamos a encontrar, te lo prometo.  –le beso la frente y siguió en aquel abrazo.– 

—Newt, no se que haría sin ti, de verdad. –se quedaron mirando por un momento, el tiempo de verdad parecía detenerse cuando estaban juntos, su amor iba más allá del bien y el mal, aunque el mundo alrededor se estuviera destruyendo ellos no lo notarian, se perdían en la mirada del otro.–

—Digo lo mismo Tina...  N..no se que haría..  –tomó aire dejando atrás sus miedos.– No se que haría sin tí. 

El mago seco las lágrimas de la bruja que hasta hace poco seguían corriendo por sus mejillas, al tenerla tomada de la cara pensó en besarla, el impulso se hizo necesario y tomándola por la cintura con algo de firmeza se predispuso a besarla. 

—Chicos... –Jacob entró de golpe en la habitación y no alcanzó a terminar la frase cuando Newt reacciono.–  

—¿¡QUÉ!?  –Un mago bastante alterado parecía haberse comido al tranquilo Newton Scamander.–

—Es solo que el profesor los necesita..  –musitó algo divertido notando porque esa actitud emanaba del británico.–

Newt tomó su abrigo bruscamente y salió de la habitación rojo como un tomate, y se encaminó hacia la Oficina de Dumbledore.  Tina soltó una risita mientras terminaba de secar algunas de sus lágrimas y Jacob la miro cómplice, luego salieron juntos detrás del mago británico.  Era impresionante como el ánimo del panadero cambió con la carta y el de Tina por el Magizoólogo y obviamente la carta de su hermana menor.

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