•Conociendo el amor• [NEWTINA]

Al fin.

—Querida,  Newton nos a comentado mucho de tí...  –la señora iba a seguir hablando cuando fue interrumpida por su hija.–

—Demasiado diría yo..  –soltó un risa suave. – Bueno chicos, todos sabemos que le pasó a Newt, es obvio, les parece si vamos a la maleta con él, ¿Jacob?,¿Natalie?   –comentó con una sonrisa bastante agradable, los chicos asintieron y fueron tras de ella. Antes de desaparecer por el pasillo de las habitaciones la señora Alice detuvo a su hija con su voz y le dio un leve reto.

—Abigaíl... 

—¿Si madre? 

—No me vuelvas a interrumpir cuando este hablando.  –dijo queriendo parecer severa, cosa que no le funcionó mucho ya que su personalidad era completamente lo contrario.–

—Esta bien Sra. Scamander.  –respondió la joven con tono casi burlón.–

La Sra Alice se quedó hablando con Tina, por alguna extraña razón la Auror se sentía bastante cómoda ahí con ella, en algún momento de la conversación llegó a pensar que era por su falta de cría materna.  De seguro era así, afirmó ella en sus pensamientos mientras bebía de su café. 

—Querida, ¿te parece si pasamos a la cocina?...  Ya llegará William del trabajo y necesito tener la cena lista. 

—¿William?...  –preguntó con curiosidad la chica americana.–

—El padre de Newt, ¿nunca te ha hablado de él? –pregunto la mujer mientras caminaban juntas a la cocina. –

—La verdad es que no, sinceramente solo de usted y Abigaíl.  –se rascó la nariz mientras hablaba, no quería decir nada que perjudicará al Magizoólogo.–

—Bueno, era de esperarse.  –dijo con tono nostálgico la Sra. Scamander. 

Tina decidió guardar silencio al notar la reacción de la mujer y solo se dedicó a ayudarla en lo que ella necesitará.  Al pasar el rato, el escuchar algunos hechizos domésticos le hizo acordar a su hermana, aun así, no dejó que la tristeza la invadiera y siguió con lo suyo como pudo.  

En la habitación del Magizoólogo e incluso un poco más adentro, en su maleta, estaban los cuatro chicos compartiendo historias y demás.  Abigaíl y Natalie estaban emocionadas escuchando la historia de como se habían conocido ellos y a las hermanas Goldstein.  Las chicas reían a carcajadas cuando Newt contaba que el Erumpent seguía a Jacob por todo Central Park hasta que logró meterla en la maleta nuevamente.  Después de contar toda la historia Newt contó un poco más desanimado la despedida que había tenido con Tina. 

—Yo no debería opinar... –dijo Natalie mientras se acomodaba en otra posición, ya que estaban sentados en el piso. –  Pero se nota mucho que mueres por Tina,  Newt. 

—Lo mismo digo...  Hermano, deberías confesarle lo que sientes.  –comentó el panadero mientras le daba unas palmadas en la espalda.–

—Es solo que...  que pensaba hacerlo.  –se rascó la nuca.– Pero siento que ella se merece a alguien mejor, quizá, necesita alguien que la proteja de verdad...  Como...  –el Magizoólogo suspiro pesado y antes de poder seguir su hermana lo interrumpió.–

—Como Theseus.  –dijo con una voz de burla completamente evidente.– Fido, realmente eres estúpido aveces, lo único que haces es lanzar a Tina a los brazos de Theseus por más que ella se aferra a tí. 

—Eso es verdad.  –afirmó Jacob. Mientras que Natalie solo asentía con la cabeza.–

—Deja de pensar esas cosas y luego habla con ella,Newton. –Abigaíl se acercó a su hermano y lo abrazó besándole la mejilla.– Subiré a mi habitación hasta que nos llamen para la cena, nos vemos.