Aparición.

1K 68 24
                                    

La tarde estaba pasando de manera tranquila, la familia conversaba de manera amena en la Sala de la mansión Scamander, de vez en cuando llenaban de preguntas a los prometidos, pero después se dejaban y seguían con temas más controversiales y de vez en cuando, bromas de parte de Abigaíl que hacían explotar a todos en risas.  La mayoría no había pensando, porque si lo habían notado, en la falta del hermano mayor Theseus en la Sala, en verdad, en la mansión, el Auror había salido ya hace rato y ni señales habían de su presencia, aveces lo hacía así, por irse al Ministerio cada vez que lo necesitaban, quizá por eso a nadie le impresionaba tanto que no estuviera, aunque ahora era distinto, la joven Scamander lo necesitaba presente, estaba dispuesta a comunicar algo y quería que estuvieran todos. 

—Theseus salió hace horas y aún no vuelve, lamento ser quien lo diga, pero Blair no me da buena espina.  –murmuró de manera firme la joven bruja, mirando a sus familiares. 

—Sabes que mi muchacho se centra mucho en el trabajo, tal vez ande por allá.  –comentó el padre de los Scamander, en tono siseante pero serio. 

Abigaíl volteó los ojos algo frustrada, ¿acaso nunca perdonaría a Newt porque fue expulsado de Hogwarts?, vamos, que luego como padre se arrepentirá, pensó.

—Papá, quisiera comunicarles algo.  A todos. –junto sus manos y se las tomó, mirando un momento el piso– Pero no quiero hacerlo cuando este Blair y lo más probable es que Theseus llegué con ella. 

—Me agrada esa bruja, Abi, tienes que darte tiempo de conocerla.  –farfulló su mamá casi inaudible– Pero vamos cariño, ¿que quieres decir? 

Abigaíl guardo silencio por unos momentos, dándole la oportunidad a Faith de pasar los té y cafés que había ofrecido anteriormente. Pudo observar a su hermano Newt a su lado, sorprendido por ver que Tina nuevamente había pedido té, rió por lo bajo observandolos, después en una mirada fugaz observó con atención a sus padres, después a Natalie que le sonreía dándole seguridad. Un carraspeo de garganta la hizo salir de su trance, era su padre, exigiendo un poquito que ella finalmente hablara.

—¿Que quieres comunicar pequeña?, ¿Es algo de los estudios?, ¿Irás finalmente a la Academia de Aurores?  –inquirió curioso su padre.

Abigaíl negó efusiva con la cabeza, apretó su chaleco con sus puños. 

—Ya no soy pequeña papá y sabes perfectamente que no quiero estudiar, quiero jugar Quidditch, que hagas la vista gorda es problema tuyo.  –hablaba cabizbaja pero con la valentía de Gryffindor que tenía.

—Bueno cariño... –aceptó tranquila su madre, ya veía Tina de donde había sacado su personalidad dócil su prometido– Entonce,¿que és? 

—Conocí a un chico...  –tomó aire, ya había dado el paso más difícil. La tos sorprendida de su padre la hizo seguir hablando– Y vendrá a mi fiesta de cumpleaños, entonces... 

El Sr. William se levantó del sofá, tranquilo pero imponente, paró en seco las palabras de su pequeña. 

—¿Conociste a un chico?... Doy por hecho que no es de Hogwarts. –aclaró su garganta– ¿Que edad tiene?  –inquirió, ahora más inquietó y curioso que antes. Como ex Auror nada se le escapaba así de fácil. 

—Fue de Hogwarts... Casa de Hufflepuff.  –espetó nerviosa Abigaíl.

—¿¡Que edad tiene!?  –plantó con su voz firme y autoritaria, no se le hacia necesario gritar. 

Newt observaba la escena como muchas otras veces lo había hecho, Abigaíl era la consentida de su Padre y eso la llevaba con una gran carga, él, como padre quería lo mejor para ella, ser Auror, ser hermética. Cosa que en retrospectiva, Abigaíl no era ni en sus sueños, ella era otra cosa, más él y más su madre, amantes de la naturaleza y el arte, no como Theseus y su Padre, esclavos de una Oficina, esclavos de reglas, reglas muchas veces tontas, su prometida era esclava de algunas peores en América, suspiró bajando la mirada. 

•Conociendo el amor• [NEWTINA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora