━━ ⦗ philophobia! ⦘
❝ y el amor
tampoco fue
temido. ❞
███████████ 𝙚𝙣 𝙙𝙤𝙣𝙙𝙚
remus lupin nunca se respetó así
mismo como ella lo hizo y aquila black
nunca se amó así misma com...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
V. UN BOGGART PARA ROMPER EL HIELO.
EL PRIMER PENSAMIENTO QUE LLEGÓ A LA MENTE DE REMUS FUE TOMAR SU VARITA. No para atacar, por supuesto, sino, para defenderse. Pero a medida que los segundos se convirtieron en una eternidad de mirarse el uno al otro, el instinto de protegerse desapareció y se encontró así mismo observando con sorpresa lo que estaba frente a él.
Aquila.
Ella estaba de pie, mirándolo exactamente como el último día que la había visto. La única diferencia era que sus ojos cerúleos ya no carecían de vida. La belleza que le fue otorgada por los Black estaba en su rostro, sus pómulos estaba rosados, la línea de su mandíbula estaba suavemente definida y sus labios rojos estaban elegantemente esculpidos. A pesar de que la túnica la cubría por completo, podía ver que su postura era recta, la "postura de dama" que Walburga Black le había enseñado a usar desde su nacimiento.
Y así, todos los recuerdos enterrados en su mente surgieron otra vez. Los recuerdos de su sonrisa, su risa... Tenía diecisiete años otra vez, robando miradas y sosteniendo su mano bajo las mesas, como si lo que estaban haciendo fuera indebido; levantarse temprano los domingos para esconderse en las cocinas y pasar tiempo a solas, besarle bajo las estrellas en la torre de Astronomía...
Recuerdos que deseaba olvidar.
El primer pensamiento que llegó a la cabeza de Aquila, fue agarrar su varita. Para lanzar unos pocos hechizos al hombre frente a ella. Una gran tormenta de furia reprimida amenazaba con estallar. Pero a medida que los segundos se convirtieron en una eternidad de mirarse el un al otro, el dolor en su pecho comenzó a ahogar su ira y todo lo que sintió fue el vacío que él había dejado hace doce años atrás.
Remus.
Parecía que Remus había tenido tantos problemas para encontrar trabajo, al igual que ella; sus ropas estaban en mal estado, toda ella estaba parchada en varios lugares. Aunque aún era joven y guapo, su cabello castaño estaba manchado de gris y lucía bastante enfermo y exhausto. En su rostro, aún estaba esa vieja cicatriz que vio por primera vez el día que lo conoció.
