XIX. Flores de jazmín.

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XIX. FLORES DE JAZMÍN.





PEQUEÑAS LÁGRIMAS SALÍAN DE SUS OJOS
y goteaban hasta su barbilla. Sentía dolor en todo su cuerpo, sus músculos estaban rígidos. Y gracias a sus oídos lobunos, podía escuchar todo lo que las sanadoras hablaban sobre su madre, y eso hacia que su estómago se revolviera.

Al escuchar que alguien decía su nombre, sollozó y se limpió los ojos con la manga de su brazo.

―Se está haciendo tarde, Leo. Debemos salir pronto.

Él negó con la cabeza.

Andrómeda Tonks intercambió una mirada de preocupación con su esposo y suspiró.―Cariño, necesitas dormir un poco.

―N-no me llames ca-cariño.

Ahogó un sollozo y hundió la cara en sus rodillas, que estaban apretadas contra su pecho.

Una chica de veintiún años con cabello color rosado chicle se agachó a su lado, y le dio un suave apretón en el brazo.―Has estado dos días aquí, amigo. Necesitas descansar.

―Pe-pero Dora,―Leo dijo entre sollozos.―¿Y si despierta y yo no estoy aquí?

Nymphadora Tonks mordió su labio inferior mientras pensaba.―Entonces los sanadores se harán cargo de ella hasta que regresemos mañana.―dijo con una sonrisa tranquilizadora.

Leo no respondió.

―Necesitas darle tiempo a tu madre para que se cure, y quedarse aquí no acelerará el proceso.―Nymphadora volvió a hablar.―Hagamos un trato, ven a casa con nosotros, tomas una ducha y duermes y cuando volvamos en la mañana podemos traerle algunos dulces para cuando despierte, ¿qué te parece?

Leo parpadeó con lágrimas en sus ojos y con una pequeña sonrisa dijo.―A ella le gustan las varitas de regaliz.

―Entonces le traeremos una docena.

. . . . .

EL HOSPITAL DE SAN MUNGO PARA ENFERMEDADES Y HERIDAS MÁGICAS estaba tranquilo esa noche, sus pisadas resonaban en las paredes mientras caminaba por el pasillo del primer piso. Se detuvo en la puerta que decía "Heridas provocadas por criaturas". Sus estómago se revolvió y tragó nerviosamente para después abrir la puerta y entrar a la sala.

philophobia ━ remus lupin. (2)✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora