XIX. PARA SOSTENER EL CORAZÓN DE UN ÁGUILA.
EL CORAZÓN DE REMUS CAYÓ HASTA SU ESTÓMAGO. Ella había dicho que no. No, no, no. La palabra de dos letras resonó en su cabeza y hundió su corazón. Se sintió como una puñalada. El dolor del rechazo nublaba su mente y todo lo que pudo hacer fue mirarla, con los labios separados, sorprendido y el cuerpo adolorido por la angustia.Los minutos se alargaron en un silencio y después de lo que parecía una desgarradora eternidad, Remus finalmente bajó la mirada hacia el suelo y con nerviosismo, pasó la lengua por sus labios y con la boca seca, murmuró.―Uhm--, cl-claro, bueno, b-bien.
Al escuchar el abatimiento en su voz, el estómago de Aquila se revolvió y con rapidez, habló.―No es por lo que tú piensas.
Pero, ¿cómo podía no serlo? Remus pensó mientras sus hombros caían. Podía sentir que las lágrimas comenzaban s salir de sus ojos y no quería nada más que ese momento terminara; el dolor que sentía en su pecho se estaba volviendo insoportable.
―No tienes que explicar, Aquila, está bien.―murmuró e hizo amago de ponerse de pie.
―Espera, déjame terminar.―ella insistió, arrodillándose frente a él y ahuecando su mano que aún sostenía el anillo.―No es por lo que piensas.―repitió ella y Remus, algo reacio, levantó los ojos para encontrarse con los de ella.
―Es solo que es... es...―hizo una pausa, frunciendo el ceño mientras trataba de aclarar la tormenta de pensamientos que la atormentaban, el latido de su corazón sonaba en sus oídos.―Mira, Remus, a lo largo de toda nuestra relación, todos las peleas que hemos tenido han girado en torno a tu creencia de que simplemente no eres lo suficientemente bueno debido a tu licantropía. Que no mereces amor o felicidad por lo que te conviertes en cada luna llena. Que de alguna manera me merezco a alguien mejor, a alguien completo.
―Todavía estás aterrado de tomar mi mano cuando estamos en público debido a las repercusiones sociales que podrían afectarme si alguna vez se supiera que estoy involucrada romántica con un hombre lobo. Y aunque quiero pensar que todo eso es una mierda, no puedo, porque mentiría; tus preocupaciones son perfectamente válidas.―ella dejó escapar un suspiro.―Te conozco desde que teníamos once años, Remus. Ambos hemos pasado por muchas cosas y te he visto en tu mejor y peor momento. Los pensamientos que llenan tu cabeza y tus defectos no son un secreto para mí. Te conozco, Remus, y es por eso que te digo "no".
Remus frunció el ceño, completamente confundido y abrió la boca para decir algo, pero Aquila negó con la cabeza y continuó.―Estoy diciendo "no" porque sé que si nos casamos, nunca te perdonarías que cada mierda que nos pase, ya sea por dinero o hasta cada mirada fea que recibamos, sea tu culpa. Sentirías mucha culpa, remordimiento y te lamentarías tanto, que eso de devoraría por dentro. Y ver eso... verte herido de esa forma, lastimaría a Leo. Me lastimaría a mi. Así que no, no me casaré contigo porque no quiero que eso suceda. Pe-pero a pesar de que probablemente no lo diga con frecuencia, te amo y no hay nadie en este mundo con el que prefiera pasar el resto de mi vida que no seas tú.―ella dijo con una pequeña sonrisa en sus labios.―El matrimonio es solo una pila de papeles. Casarnos no es nuestro final feliz,―continuó Aquila.―Ya tenemos nuestro final feliz, tenemos a Leo.
Remus le sonrió y las manos de Aquila comenzaron a temblar ligeramente por los nervios.―Nosotros... no tenemos que estar comprometidos o tener algún papel que nos diga que somos marido y mujer para comprometernos el uno con el otro. Así que, uhm, en-entonces, supongo que lo que estoy tratando de decir... es... que tal vez po-podríamos... eh...
Aquila se enredó con sus palabras y bajó la mirada al suelo, tomando una bocanada de aire antes de mirar sus ojos otra vez. Este es Remus. Se recordó. Remus. Remus Lupin, con ojos color chocolate y una dulce y estúpida sonrisa. Demasiados pensamientos pasaron por su cabeza en esos momentos y después de unos segundos de calmado silencio, fue que finalmente habló.―En lugar de casarte conmigo, Remus John Lupin, ¿aceptarías ser mi compañero de vida, para tenerme y tenerte, desde este día en adelante, para bien, para mal, en lo próspero, en lo pobre, en la salud y enfermedad, hasta que la muerte nos separe?
Remus ahogó una carcajada mientras negaba con la cabeza. Y con lágrimas en sus ojos, tomó su mejilla con su mano libre y presionó sus labios contra los de ella.
Sonriendo en medio del beso, Aquila movió sus manos para descansar sus manos a ambos lados de su cuello y se separó, ya que sus pulmones demandaban aire.―¿Es eso un--?
―Si.―Remus respondió inmediatamente.―Un millón de veces, si.
―Creo que se supone que debes responder "acepto".―Aquila dijo con una sonrisa.
Remus rió.―Acepto.―contestó.―Y tú, Aquila Lycoris Black, ¿aceptarías ser mi compañera de vida, para tenerme y tenerte, desde este día en adelante, para bien, para mal, en lo próspero, en lo pobre, en la salud y enfermedad, hasta que la muerte nos separe?
Aquila levantó la barbilla y sus ojos brillaron por la luz de las estrellas en el cielo nocturno.―Con los más brillantes como testigo,―susurró, bajando la mirada hacia Remus.―Acepto.
Ambos se pusieron de pie, con las mejillas adoloridas por sus sonrisas y se besaron con intensidad, pero Remus se apartó.―E-espera.―él susurró.―¿Estaría bien si yo... aún así te diera el anillo? Mi... madre realmente quería que lo tuvieras.
Aquila sonrió y asintió.―Uhmm.―murmuró ella frunciendo el ceño mientras pensaba.―¿Qué tal así?―preguntó y luego quitó el collar de plata que siempre llevaba puesto y Remus deslizó el anillo a través de él y lo abrochó en su cuello.
Sus ojos se movieron desde el anillo de su madre junto a las tres figuras para encontrarse con los de ella, que brillaban con nada más que afecto; el rozó su cuello con sus manos y susurró.―Te amo, Aquila.
Ella parpadeó bastante rápido e hizo un ruido que era una mezcla entre un sollozo y una risa.―Joder, te odio, Remus, vas a hacerme llorar.
Remus sonrió, las lágrimas amenazaban con caer de sus propios ojos, y envolvió sus brazos alrededor de su cintura, levantándola del suelo mientras escuchaba sur risa después de darle una vuelta.―Tomaré eso como un "también te amo".―murmuró mientras la abrazaba y hundía la nariz en su cabello y aspiraba su olor.
―Entonces... ¿qué significa ser un compañero de vida?―él preguntó.
Aquila lo miró con un brillo malicioso en los ojos.―Significa que me besarás ahora mismo y dejaremos las conversaciones para después.
Remus rió.―Bueno, creo que será mejor que me mantenga fiel a mi voto.―y con eso, se inclinó y presionó sus labios contra los de ella.
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philophobia ━ remus lupin. (2)✓
Fanfiction━━ ⦗ philophobia! ⦘ ❝ y el amor tampoco fue temido. ❞ ███████████ 𝙚𝙣 𝙙𝙤𝙣𝙙𝙚 remus lupin nunca se respetó así mismo como ella lo hizo y aquila black nunca se amó así misma com...