━━ ⦗ philophobia! ⦘
❝ y el amor
tampoco fue
temido. ❞
███████████ 𝙚𝙣 𝙙𝙤𝙣𝙙𝙚
remus lupin nunca se respetó así
mismo como ella lo hizo y aquila black
nunca se amó así misma com...
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XXVIII. DE REGRESO A HOGWARTS.
ERA UNA HABITACIÓN QUE NO HABÍAN VISTO EN DOS DÉCADAS, e incluso cuando iban a Hogwarts, los Merodeadores nunca pasaban mucho tiempo en la sala de Menesteres, al estar tan escondida para los ojos de los demás, disminuía la emoción por el peligro, por lo que no les parecía divertido pasar tiempo ahí. Los únicos momentos en el que Aquila pudo recordar estar ahí, fue cuando ella y Remus se escondían en esa habitación para esconderse de sus amigos y pasar tiempo a solas.
Con las manos entrelazadas, los dos miraban alrededor y asentían con la cabeza, en una forma de saludo a algunos ex alumnos y ex profesores que los saludaban. Al escuchar una puerta abrirse, Aquila volvió la cabeza y su rostro se iluminó con una sonrisa al ver a su ahijado entrar. Arrastró a Remus con ellos y al llegar a su lado, lo abrazó, apretándolo con fuerza antes de alejarse e inspeccionarlo con la mirada en busca de heridas.
—¿Aquila? ¿Remus?—el chico preguntó con los ojos muy abiertos.—¿Qué... qué están haciendo aquí? ¿Cómo lo supieron?
—El ejército de Dumbledore alertó a la Orden.—contestó Aquila, dándole un ligero apretón en el hombro.
—Entonces Harry, ¿qué está pasando?—preguntó Remus.
—Voldemort viene para acá.—explicó y sintió que el agarre de su madrina sobre sus hombros se intensificaba.—Están bloqueando la escuela, y... Severus escapó.
Aquila no pudo evitar soltar una risa seca.—Por supuesto que si. Huir es lo mejor que hace ese cobarde.
Harry estaba bastante sorprendido por el odio en su voz; si, él sabía que a ella no le agradaba ese hombre, pero parecía que su odio se había intensificado durante los últimos años y una estúpida pelea de escuela se había transformado en una rivalidad de por vida.
Antes de que pudiera responder, una voz gritó.—¿Qué es lo primero que teneos que hacer, Harry? ¿Qué está pasando?
Volviendo su cabeza para mirar a todos en la habitación, tragó saliva y contestó.—Estamos evacuando a los niños más pequeños y después todos no reuniremos en el Gran Comedor.—luego, con la voz cargada de seguridad, agregó.—Vamos a luchar.
