━━ ⦗ philophobia! ⦘
❝ y el amor
tampoco fue
temido. ❞
███████████ 𝙚𝙣 𝙙𝙤𝙣𝙙𝙚
remus lupin nunca se respetó así
mismo como ella lo hizo y aquila black
nunca se amó así misma com...
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VII. LIBÉRAME.
SI HABÍA ALGUNA COSA EN LA que Aquila era buena, era diciendo que estaba "bien", cuando no lo estaba. Las sonrisas falsas y las expresiones en blanco era algo que había aprendido desde la temprana edad de seis años, y ahora, a los treinta y cinco años, había pulido esa fachada hasta dejarla en perfecta sublimidad.
Como una verdadera Black, ella atraía la miseria.
Sirius, por otro lado, era menos hábil cuando se trataba de esconder sus emociones y parecía que los doce años en Azkaban habían debilitado su capacidad para forzar una sonrisa. A pesar de que se había mostrado feliz al oír la noticia de que Harry había sido absuelto de todos los cargos y de que volvería a Hogwarts en septiembre, a medida que pasaban los días, se puso de mal humor, hablaba cada vez menos con todos y se encerraba en la habitación de su madre con Buckbeak. Y aunque todos pensaban que su enojo era el resultado por estar tantos meses encerrado en el número doce de Grimmauld Place, la persona que lo conocía comprendía que todo era mucho más profundo que eso: Sirius estaba solo y lo había estado por mucho tiempo.
―Estás decaído otra vez.―Aquila dijo sin rodeos, mientas hacía una reverencia hacia Buckbeack y se sentaba junto a Sirius sobre la alfombra; faltaba un día para que los niños volvieran a la escuela.
―No estoy decaído.―comentó mientras fruncía el ceño.
Aquila rodó los ojos.―Si, lo estás. Vamos, Sirius, ambos sabíamos que incluso si expulsaran a Harry, no podría quedarse con nosotros... no permanentemente, de todos modos.
Sirius no respondió.
―Pertenece a Hogwarts, con sus amigos...
No hubo respuesta.
Aquila suspiró.―Mira, yo... creo que Molly tiene razón. Creo que a veces tú...―hizo una pausa mientras jugaba nerviosa con sus dedos.―J-James está muerto, Sirius. Ha estado muerto durante catorce años, y es hora de que lo aceptemos. Harry no es él, no importa cuánto se le parezca...
Hubo un momento de tenso silencio y Aquila sintió una punzada de culpa por sus duras palabras, pero se alivió cuando Sirius dejó escapar un profundo suspiro y murmuró.―Lo sé... yo solo... Bueno, tú lo has dicho. Han pasado catorce años y no hay un día en que no extrañe a ese maldito ciervo.
