XIII. Lo arruinaste, hijo.

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XIII. LO ARRUINASTE, HIJO.




EL CORAZÓN DE LEO LATÍA CON RAPIDEZ EN SU PECHO Y
su mano apretaba con fuerza la de su madre mientras tomaba una gran bocana de aire para recuperarse de los efectos de la aparición. Era la tarde de la nochebuena y su mente era un torbellino de ansiedad, la perspectiva de pasar el resto de las vacaciones con su abuelo le ponía nervioso. Poco sabía que su madre estaba igual, sus manos temblaban y todo lo que tenía que hacer era dejarlo en la puerta de la casa de los Lupin.

―Vamos, cariño.―dijo, tratando de que su voz no se escuchara nerviosa.―Vamos a sacarte de este frío.

Moviéndose a un ritmo ligeramente más lento, caminaron a través de la nieve hacia la casa y una vez que llegaron a la puerta, Aquila vaciló unos segundos antes de golpear. Al escuchar movimientos desde adentro, Leo dio unos pasos hacia atrás y se escondió detrás de su madre.

La puerta se abrió y fueron recibidos por un hombre de cabellos canosos. Aunque Lyall Lupin solo había visto a Aquila un par de veces hace más de doce años, instantáneamente la reconoció y sus labios se curvaron en una amplia sonrisa.

―Aquila.―saludó.―¡Por las barbas de Merlín! Estás igual que la última vez que estuviste aquí.

Aquila sintió cómo sus mejillas se sonrojaban.―Al igual que usted, señor Lupin.

A esto, el hombre soltó una gran carcajada.―Eso es dulce, pero no nos engañemos, la edad me ha afectado.

Leo, que movía nerviosamente sus pies, sintió que su madre le apretaba con fuerza sus manos, para darle valentía. Así que el niño tomó una gran bocanada de aire y asomó la cabeza de detrás del cuerpo de su madre.

El señor Lupin se quedó sin aliento al ver a su nieto.

―¡Leo, mi niño!―exclamó emocionado.―Oh, es tan bueno conocerte finalmente.

Luego, al darse cuenta de que los dos Black estaban parados al frío, rápidamente se hizo a un lado y les hizo pasar, sacando toda la nieve que traían encima con un movimiento de su varita.

philophobia ━ remus lupin. (2)✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora