44. Año Nuevo

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La Ciudad de New York se preparaba para recibir el año 1931 con grandes celebraciones en hoteles prestigiosos como el Plaza, el St. Regís, el hotel Ritz entre otros establecimientos emblemáticos de la ciudad.

Y entre sus asistentes se pasaban encontrándose con muchas personalidades de la política, el entretenimiento y la alta sociedad.
Todos departiendo entre los lujos y los detalles ostentosos a los que están acostumbrados.

De todas esas fiestas los grandes ausentes eran los miembros del Clan Luthor que se encontraban de vacaciones en países de Europa después de haber ofrecido la presentación en sociedad de Lena, el más grande acontecimiento hasta ese momento.

Después de la recepción en el hotel St. Regís, ninguna celebración pudo igualarse ni compararse con todos los detalles que se ofrecieron para el evento de los Luthor.

Habían pasado ya 10 días exactos desde la fecha de la noche más deslumbrante para la señorita Lena Luthor, e insólita pero igual de maravillosa para la desconocida cantante Kara Danvers.

Después de esa noche, Kara cada día, tenía la ilusión de nuevamente estar presente y ser partícipe de un acto célebre como la fiesta de los Luthor pero su realidad contrastaba con poder realizar de nueva cuenta otra presentación de esa índole ya que como era una cantante desconocida y sólo fue cosa de pura suerte bendita la que fue puesta en su puerta para estar en un evento magno como único sin soñarlo.

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En la zona del Times Square eran cientos de miles las personas que a pesar del ambiente frío y la poca iluminación de los edificios, eran familias enteras, la mayoría de clase media y obreras que disfrutaban de un concierto gratuito en la calle mientras se ejecutaba fiesta de fin de año con su tradicional cuenta regresiva para recibir el año nuevo.
La celebración venía acompañada de un espectáculo de fuegos artificiales y el repique de las campanas de las principales iglesias y capillas de la ciudad.

Evangelina Danvers y sus hijas Susan y Kara estaban mezcladas entre toda la multitud.

- 'Como me gustaría volver a cantar en un escenario' - Kara pensaba en sus adentros con ilusión, y decepción.

Ella tenía su vista puesta sobre el escenario, los artistas y los cantantes, todos haciendo durante el evento interpretaciones amenas y divertidas, villancicos navideños, personalidades del entretenimiento animando el gran evento.

El Sacerdote de la iglesia de St. Paul, ofreció un bello discurso sobre la fe y la esperanza entre la difícil situación del país, decía sobre todo de recibir el año de la mano de Dios.

- Si algo podemos afirmar la mayoría, es que nuestro Padre nos ha sostenido en medio de todo lo que ocurre.
Sequía de agua, escasez de medicinas y comida, recortes de luz y muchas aflicciones... Pero si de algo siempre estamos alimentados es de la fe y de esa misma fe, les puedo asegurar hijos míos, que más de uno de nosotros tiene un trozo de pan en la mesa. -

- ¡Amén Nuestro Señor! , ¡Viva Dios! , ¡Adorar a nuestro Padre Celestial! - dijeron muchas de las personas, rompiendo en aplausos. Algunos con lágrimas en los ojos, otros, abrazados a sus seres queridos.
Los niños pequeños, muy inocentes de toda la culpa, con hambre y en un ambiente frío pero cálido entre las multitudes que así como los pequeños, en ese momento grandes sonrisas se dibujaban en sus rostros como olvidado sus pesares.

En medio de todo lo conmovedor, la joven Kara recordaba con aire de nostalgia lo insólito que fue su llegada al gran festejo, lo maravilloso que fue estar en el escenario con los lujos, la ropa y todos los invitados de la recepción aplaudiendo a su voz y encanto.

La Heredera Y La Cantante LIBRO 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora