18: Kara Danvers. SU HISTORIA

582 54 16
                                    

Una muchacha con una voz para cantar, está en la fiesta más deslumbrante de la época, en un hotel de prestigio en New York, rodeada de gente rica y famosa, joyas, flores tropicales, cantando para una muchacha debutante en sociedad.
Era una total extraña, a la que los ricos le aplaudían.

- ¿Quién era esa muchacha del vestido negro con lentejuelas?

Se preguntaba Lena Luthor.

Y como cada persona tiene una historia, he aquí la suya.
Siendo como muchas, una mujer única, y su historia de gran valor, sacrificio, luchas, logros y derrotas.

Ella es Kara Danvers.

Nació bajo el signo de Leo en agosto de 1912, en Rochester, Míchigan.

Sus padres, Anthony Danvers y Evangelina Fortine formaban un matrimonio de muy estricta moral católica.

Llamándose 'Tommy' su nombre de pila, también era conocido por ser el líder comunal del barrio de Ciccone, había cumplido su servicio militar en la Fuerza Armada de los Estados Unidos en 1889 y estaba disfrutando los primeros años de su retiro.
Él procedía de una familia italiana mientras su esposa, una modesta muchacha descendiente de canadienses que trabajaban en tierras agrícolas, a temprana edad se casó y quedó embarazada antes de terminar el primer año de matrimonio.
Muchos años después, muy unidos amorosamente vivían en una casita con apenas 4 habitaciones, un baño sin tina y una sola mesa del comedor que compartían con su numerosa prole de 7 hijos que rodeaban entre niños y adolescentes.

Walker, el hijo mayor, le sigue Martín, Hilda, la mayor de las hijas, después le siguen los mellizos Marlon y Brandon, luego Susan y por último la bebé Kara siendo todos 7 niños y 2 adultos viviendo en una casita en el barrio de Ciccone, a cercanías de Rochester Industrial, una zona donde las fábricas de metal daban empleo a muchas comunidades vecinas.

En el hogar de los Danvers reinaba una gran armonía.
Tommy y Evangelina eran muy indulgentes con sus hijos.
A Kara en sus primeros años la llamaban cariñosamente "la pequeña Nonny" por tener los ojos claros de su padre.
La niña lloraba por hambre y por frío, y a veces balbuceaba las canciones de un joven músico que llegaba a la esquina del barrio a dedicarle tonadas a una novia que tenía de vecina con los Ciccone.
Pronto, con la llegada de la radio a los hogares, sonaba la música de grandes cantantes de Jazz y el Charleston era la moda a consolidarse en esos años.

En las madrugadas, Kara se despertaba y se introducía a la cama de sus padres.
Mimosa, se acurrucaba en el manto de seda y más tarde su padre, preocupado, temía que sus otros hijos se pusieran celosos de la atención a la pequeña.

Kara, quien era profundamente infantil no dejaba de mostrarse rebelde también poco después de que su madre la dejase con una vecina para atender las necesidades escolares de sus hijos mayores quienes ya estaban entre la pubertad y los mayores en camino a la adultez.
Ante todo, jugaba con los otros niños vecinos, pero prefería tener siempre, en todo momento la presencia de Evangelina, quien en ese entonces estaba en su quinto mes de embarazo de quien sería su octavo hijo, y al ser tener casi los 40 años corría muchos riesgos de salud, pasaba mucho tiempo en reposo pero no dejaba de atender a los hijos mayores.
En más de una ocasión, entre travesuras la niña de apenas 4 años había logrado trepar en un poste eléctrico, de más o menos 12 metros de altura.
A los gritos llamó a su madre pero ésta estaba ausente.
Poco después, caminando por la calle Martín, su segundo hermano mayor ya un adolescente y con quién se llevaba bien rápidamente subió el poste a socorrerla.

- Toma este crucifijo que mamá me regaló - le dijo firme, extendiéndole el brazo - si te lo pones, podrás regresar a tierra sana y a salvo. -

La Heredera Y La Cantante LIBRO 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora