11: Presentación Real

599 49 2
                                    

Meses después del incidente con sus primeros intentos en alcanzar el sueño de ser actriz en Septiembre de 1930 a los 17 años de edad Lena Luthor fue una de las 10 debutantes escogidas para ser presentadas ante los Reyes de Inglaterra en el palacio de Buckingham, dicho honor que sólo se concedía a jóvenes británicas y norteamericanas de máximo rango.

Lena viajaría vía barco con su madre que entusiasmada por la invitación acompañaría a su hija como chaperona, durante 7 días en los que aprovechando la estancia en Primera Clase se codeaban con distintivos oficiales miembros de la Marina Real quiénes retornaban al Reino Unido tras ejercer misiones en América.

En el desayuno servido en el Gran Comedor, Lena intercambiaba miradas con un apuesto militar que estaba ubicado a 2 mesas de distancia.
Inmediatamente Lillian reprende a su hija:

- Lena, ¡Lena! - decía - no te desvíes de tus objetivos.
Tú naciste para ser una Duquesa, alguien de la Corte Real y ¿porqué no? Quizás aproveches y seduces a alguno de los Príncipes europeos que de seguro buscan esposa mientras estamos en esta ceremonia. -

- ¡Madre por favor! - dijo Lena alterada - deja que disfrute el viaje, la vista, el mar está hermoso y deja de decirme lo que yo ya sé, no necesitas recordarme que estaré ante la Corte Real, por favor ¿no podemos disfrutar al menos el viaje? - Lilian la miraba con incredulidad.

- Hija querida sabes que no me voy a detener con esa idea, naciste para ser una esposa de la Realeza, acaso, ¿no crees que pienso que tú eres la única con ese derecho?
Tengo grandiosos planes con Lucille cuando tenga la edad para casarse inmediatamente con un buen aristócrata europeo.
Hasta entonces, mientras llega la edad ideal para tu hermana, tu tendrás tu fiesta de debutante y en un futuro cercano estaremos en planes de boda. - sentenció.

- Entonces es eso madre, nos miras a tus hijas como negocios para tu beneficio - decía Lena, bastante decepcionada, y pasó el resto del viaje sin hablar más del tema, con solo el mar en la vista del horizonte, desistió de asistir a tomar el té y las cenas servidas con todo el lujo que se ofrecía en el barco.

2 días duró la travesía y al tocar tierra, inmediatamente se instalaron en el Hotel Ritz en Londres y al día siguiente sería la ceremonia en el palacio Real.

- Nada en América puede rivalizar o compararse con la Corte de St. James - suspiraba Lillian que admiraba la pomposidad de la realeza Británica.
Apenas llegando a las vistas de los jardines, veía a los lacayos y sirvientes andando de un lado a otro mientras comenzaban a llegar distinguidos miembros de la aristocracia inglesa al palacio.
Veía a los guardias y sus coloridos uniformes, las banderas azules y el estandarte de la familia real en las grandes ventanas.

Ahí, viendo perfiles a distancia esperaba que pronto Lena estando entre la crema y nata de las distintivas personalidades de la Corte Británica se interesase en un posible buen marido con un rango lo suficientemente bueno como para casarse inmediatamente, aún sin la aprobación de Lionel, que de por si sólo le importaba que su hija mayor tendría un futuro económico bien establecido con algún potentado o bien, a un distintivo de la aristocracia inglesa.

La ceremonia de debutantes comenzaba a las 6 de la tarde pero Lena, muy ansiosa, desde una hora antes ya estaba apostada en el palacio de Buckingham.

- ¿Por qué te has empeñado tanto en llegar tan temprano? - le preguntó curiosa su madre.

- Porque la presentación comienza por orden de llegada y por lo que me han contado es que las últimas chicas en desfilar encuentran a la Reina con una cara de aburrimiento... Y al Rey dormido en su trono. -

La Heredera Y La Cantante LIBRO 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora