Capítulo 5: Antes de la penumbra

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Desperté por la mañana con el olor a humedad entrando por la ventana. La noche anterior había sido sorprendente para esta época del año, plagada de truenos, relámpagos y agua a raudales como para un diluvio. Me levanté preocupada de cómo podía haber afectado las cosechas. A penas terminé de arreglarme salí de casa con dirección sur, pasé los corrales y continué hasta saltar una valla, estaba acostumbrada así que no fue difícil. Empecé a inspeccionar a mi alrededor mientras seguía recorriendo las hectáreas de tierra, a lo lejos pude ver a mi padre cerca de la casa vecina, probablemente había estado allí hablando con el dueño que era un viejo conocido.

Si bien no se habían perdido completamente las cosechas, sí que se habían visto afectadas. Por lo que noté, me dió la impresión de que había caído algo de granizo durante la noche del cual ahora no quedaban rastros dado que se debía haber derretido rápido, pero era extraño, mucho para esta época del año. Lo único bueno, es que en sí, se trataba de las plantaciones que habíamos hecho durante el invierno que es la estación más dura. Afortunadamente teníamos toda la primavera y el verano por delante, aunque rogaba interiormente que no volviera haber otra lluvia como esta o empezaríamos a estar en problemas.

Mi padre se acercó caminando a paso lento:

—Hija, avisa a tus hermanas para que empiecen a trabajar, tenemos un largo día por delante.

Asentí y corrí hacia la casa, sabía que hoy sería de limpiar y tirar todo lo que la lluvia había estropeado irremediablemente, además de los trabajo normales. Ese día me asignaron el cuidado de las vacas, así que pasé la mañana ordeñando mientras mi padre usaba el tractor y mis hermanas hacían trabajos menores.

Mientras las máquinas de ordeño funcionaban y llenaba los comederos con forraje, soñaba mucho, tenía la esperanza de que las cosas irían a bien, casi más que una intuición era una certeza, pero no sabía el por qué.

Cuando terminé, fui a ayudar a mis hermanas. Aquella noche me fui a dormir muy cansada, soñé con el bosque en penumbras, por alguna razón me asustaba y empezaba a correr, algo me seguía.

 Aquella noche me fui a dormir muy cansada, soñé con el bosque en penumbras, por alguna razón me asustaba y empezaba a correr, algo me seguía

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Azul oscuro medianoche: Preámbulo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora